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Abraham Gutiérrez, un pedagogo de la danza

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Karines Sabino

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Abraham Gutiérrez es un joven de tan solo 28 años de edad, que se caracteriza por ser alguien sensible, humilde, carismático, amante de la actividad física, las artes y las ciencias. Aunque, también siente predilección por la realidad circundante, los idiomas, la música y la docencia.

Su mayor pasión es el deporte y la actividad dancística, por los beneficios que tiene a la morfología humana, tanto física como a nivel psicológico. En la actualidad, da clases de baile en el Palacio del Deporte en compañía de la profesora María Álvarez, sin embargo, tiene una vasta experiencia de 15 años en esta disciplina artística.

“Desde pequeño he tenido afinidad por la actividad física, principalmente porque estaba acomplejado, llegué a sufrir de obesidad. A raíz de eso mi mamá me inscribió en actividades como béisbol, natación o karate. A los 13 años inicié en un gimnasio y recibí mi primera clase de baile, eso me permitió socializar más. Dos años después, cambié de gimnasio y me formé con Raúl Smith, asistía siempre a sus clases hasta que me pidió que le sirviera de apoyo en su sistema de entrenamiento que lleva por nombre aerosalsa”.

A partir de entonces descubrió que lleva en su ADN el afán de aprender, y a su vez de transmitir de una manera didáctica, estratégica y amena cada uno de los conocimientos que posee.

“Empecé dando clases en los gimnasios, en suplencia a Raúl Smith, y más adelante fui desarrollando mi propio estilo, dentro de la línea que él manejaba. Un estilo de baile simple, práctico, fácil de seguir, de enseñar y que visualmente te ayudaba conectar con las personas, cosa que es importante cuando la gente no baila, porque te da la posibilidad de motivarlos”.

Ese punto de inflexión dentro de su vida, lo llevó a formarse más en esta área, empezó a hacer cursos de entrenamiento dirigido, actividades de step, de plataforma, tonificación, de combate entre otros. No obstante, siempre enfocando sus objetivos a la danza.

“Mi primera línea de trabajo fue siempre la actividad dancística, tuve experiencias también dentro del área de baile grupal con un amigo llamado José Luis Quevedo, que se especializaba en los géneros urbanos. Luego, en el 2008 empecé a formarme en el área de instructores comunitarios y aquí decido darle una pequeña renovación a todos los conocimientos que ya había adquirido y focalizarlo a unos grupos que no tienen cómo costear un gimnasio”.

Por otra parte, estudia el segundo semestre de Actividad Física y Salud, aunque él ya es TSU en entrenamiento deportivo. “No me gusta estancarme en una actividad, sino variar”.

Guía coreográfica

En la ciudad de Los Teques, Gutiérrez ha fungido como orientador en varios gimnasios; en un colegio privado (Santa Marta) y en el Palacio del Deporte, donde le imparte clases a niñas.

“Es una experiencia muy bonita, como profesor te enseña a ser práctico y simple al momento de dirigir a los niños. Buscas captar su atención, irlos enamorando de la actividad para que sigan asistiendo. También te da la posibilidad de involucrar a sus padres”.

Para marcar una distinción, analiza la morfología del cuerpo, de qué manera lo puede trabajar para cumplir con los objetivos planteados y cómo lo puede mejorar. A las niñas les inculca que “lo que no se sabe, se aprende. Todo depende de constancia”.

Mezcla lo lúdico con la seriedad que amerita enseñar un arte, pues la atención de los niños suele ser menor y la manera de atraerlos es cautivarlos con algo interesante. “Cuando ellos sienten que se están divirtiendo dirigen su atención al profesor”.

Considera que es un promotor de salud, que debe proporcionarle a cada uno de sus alumnos las herramientas necesarias para que se adapte a las situaciones que los rodean y que eso no perjudique su cuerpo.

“Dentro del trabajo con las niñas aparte de preocuparnos por su salud, lo que buscamos es rescatar los valores, y es una de las actividades más importantes para mí. Porque atendemos a la ciudadanía desde una etapa muy temprana y que más adelante va a terminar creando ciudadanos acordes para el futuro que queremos, niños que respetan a los mayores, niños que respetan sus tradiciones y están dispuestos a colaborar; que entienden el valor de la familia, que conocen la importancia del estudio porque se le refuerza mucho eso”.

Actividad física

Como profesional de esta disciplina, se ha encargado de reformar un poco la actividad física a lo que se vive actualmente, “ahorita se sigue trabajando con un pensum de educación física que ya tiene más de 30 años; que desde mi perspectiva ya no es aplicable a la juventud de hoy en día”.

Se caracteriza por innovar. En las clases que imparte en los colegios incorpora elementos de la danza, en el caso de las niñas. Y en el de los varones, actividades de aptitud física.

“Reiterar en lo mismo, no lo veo muy lógico. Debemos evolucionar la cátedra de educación física”.

Asimismo, ha incluido elementos de la tecnología que tanto impera en nuestra sociedad. “Se me ocurrió en su momento, que elaboraran sus exposiciones, pero a través de la plataforma de streaming Youtube”./lb

Foto: William Sánchez

YELINDI PÉREZ

El baile y la actividad física son los mecanismos que utiliza para contribuir con la salud de las personas y el rescate de los valores

 

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