Periodismo de Soluciones

El tarot con cartas de póker rompe los esquemas

DSC_6167

Publicidad

Por:
Por:

Karines Sabino

Comparte esta noticia

Cuando se trata de ser versátil, innovador y con ello profesar bienestar hacia el prójimo, tal vez muchos crean que se trate de una misión imposible; puede llegar a asegurarse que tantas cualidades no se pueden juntar, pero tras conocer la historia de Yamileth Rincón Izarra, muchos podrían cambiar esa percepción.

 

Esta noble tequeña tiene una particularidad que marca la pauta: lee las cartas de una forma no tradicional, en lugar de hacerlo con la baraja española, lo hace con las de póker. “Es un don que adquirí cuando tenía 11 años, lo hacía con mis compañeras de colegio y progresivamente fue tomando fuerza y mayor credibilidad ante la cantidad de clientes que llegaban a mí”.

 

A su juicio, ambos tipos de cartas son completamente distintos a nivel de lectura, incluso asegura que con las de póker los resultados son a corto plazo; por ejemplo, si la carta augura que se te avecina un viaje, no es cuestión de años sino de días, semanas o pocos meses. Solo dos personas en el país manejan este estilo: ella y su vecina Gisela Castillo.

 

Más allá de eso, también posee el don de la videncia en el que los seres del más allá se comunican con ella para manifestarse. “Eso lo descubrí a los 15 años, cuando un tío falleció y tras ese incidente un habilidoso quiso pasarse de vivo cobrándole una cuenta que ya estaba cancelada a mi tía; imagino que él en su desespero de evitar que ella cayera incauta, comenzó a manifestarse a través de mi persona y gracias a eso dimos con la factura que demostraba el pago de la deuda”.

 

Talento nato

Señaló que al principio fue algo traumático, al punto que creyó que estaba enloqueciendo, pero con el tiempo se dio cuenta de que era una habilidad que había desarrollado y se fue acostumbrando a ello.

 

Al consultarle en qué consiste la adivinación, aseguró que se trata de algo natural. “No todo el mundo tiene esa gracia, eso te lo da Dios y te acompaña toda la vida. Uno lo va haciendo parte de su estilo de vida a medida que va viendo los aciertos que te confirma la gente”.

 

Esta redactora confiesa que aunque un poco temerosa, me atreví por primera vez en la vida a consultarme, con base  en ello puedo ofrecer un fiel testimonio de la habilidad que posee esta talentosa tarotista. Asombrada ante cada palabra que emitía Yamileth, me inmutaba por su grandioso don.

 

Conexión irrompible

Para Yamileth, la empatía con el cliente es primordial porque hay cosas que salen en las cartas y otras que simplemente le llegan. Relató que comienza con el nombre de la persona que se va a consultar y destacó que el apellido materno es indispensable por la conexión ineludible y especial que existe desde el vientre de mamá.

 

Una vez con esos datos y la edad, comienza a decir todo lo que las cartas van mostrando, al tiempo que lo conjuga con lo que le dicen “los chismositos”, esos seres que le van guiando y diciendo al oído quién es y qué rodea al cliente, para en función de ello emitir consejos y advertencias en pro siempre de su bienestar.

 

Aseguró que no lo hace con el fin de lucrarse, sino de tener la satisfacción de ayudar a los demás. “Yo no me dedico a esto, tengo algunos clientes, pero no vivo de ello. Atiendo a toda clase de personas con todo tipo de problemas, pero no hay mayor gozo que el de poder contribuir con el bienestar de alguien”.

 

Muchos son los prejuicios que existen en torno a la santería, se les juzga como destructores o diabólicos; Yamileth se inició hace 10 años y afirma que ellos buscan ayudar sin caer en el vicio de devolver maleficios, pues considera que la vida es un bumerán. “La idea es limpiar a la gente y que puedan ayudarse con eso, somos privilegiados porque no tenemos necesidad de hacer daño”.

 

La otra faceta

Esta carismática mujer ejerce la docencia como profesión. Aunque su fuerte es la educación inicial, se desempeña actualmente como subdirectora de la Unidad Educativa Alberto Ravell, en la comunidad de Santa Eulalia.

 

Representa casi la mitad de la vida de esa institución que tiene 53 años, pues cuenta con 20 años de servicio. Comenzó como auxiliar de preescolar tras graduarse en la Universidad Santa María con posgrado en la UPEL. Inició un magíster, pero no lo culminó porque se fue decepcionando poco a poco. “La carrera del docente es muy desagradecida, entregas mucho sin ver resultados palpables”.

 

Refirió que trabajar con niños hasta cierto punto es bonito porque se aprende mucho, pero en la actualidad lidiar con ellos es complicado, así como también con representantes que de todo culpan al maestro. “Uno siente que está peleando con una piedra porque por más que buscas hacerlos entrar en razón, se hace cuesta arriba y eso te va desilusionando”.

 

Entre otras cosas, relató que “la situación económica nos ha llevado a presenciar el caso de hasta siete niños que se desmayan por día en la escuela porque no han comido; eso me ha traumado y es preocupante”./ac

 

Foto: Contribuir con el bienestar del prójimo a través de su don es su mayor satisfacción (William Sánchez)

 

 

 

Noticias relacionadas