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Gustavo Guevara, un ser humano sin obstáculos

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Karines Sabino

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Gustavo Guevara es sinónimo de vida y de que no existen obstáculos para seguir adelante con todas las metas que se propongan. En otras palabras un excelente ejemplo a seguir, puesto que a pesar de su discapacidad visual actualmente es profesor de música, cantante, compositor y locutor.

A pesar de que sus inicios escolares fueron un poco tardío y nada fácil, no cesó y continuó. Arrancó a los 12 años sus clases estudiantiles debido a que su mamá no sabía donde quedaba alguna institución que se encargara de impartir conocimientos a niños especiales.

Nació en Los Teques, el 15 de febrero de 1971 y sus padres son tequeños. Este hombre es reconocido en los lugares más recónditos de nuestra ciudad por los logros obtenidos a lo largo de su carrera, convirtiéndose en una persona invaluable y digno de admirar.

“Mi discapacidad visual es de nacimiento, pero como mi mamá no se había dado cuenta con el tiempo fue avanzando y ya no tenía remedio. Cuando entré al colegio, como ya estaba un poco grande, fue bastante fuerte, sin embargo nada me paró y seguí”.

Estudió primaria en el instituto de educación especial Mevorah Florentin en Colinas de Bello Monte en la ciudad capitalina. “A los 12 años tuve que independizarme, vivía aquí en Los Teques y tenía que viajar todos los días a estudiar y me tocaba solo porque mi mamá no podía debido a que ella se dedicó al hogar, es decir siempre me apoyó, pero no podía bajar conmigo a diario”.

Al terminar la primaria, fue donde pudo trasladar sus estudios a Los Teques donde arrancó la secundaria en un recinto regular que fue el Liceo Luis Correa, donde salió graduado como bachiller.

Reveló que su pasión por música la lleva en sus venas, puesto que desde que tiene uso de razón se enfrascó en ese mundo teniendo un oído musical bastante particular, recuerda que al pisar los cinco años aproximadamente comenzaba a tocar tambores, el cuatro y de ahí todos los sonidos melódicos le llamaban mucho la atención.

Este encanto de persona, aseveró que desde siempre ha estado enamorado de la música. Sus estudios en esa rama fueron en la José Ángel Lamas en el 1987 mientras cursaba su primaria, ahí duró 10 años de su vida y aprendió a tocar casi todos los instrumentos, además de canto y poesía.

“He pasado por varias agrupaciones y me he presentado en muchísimos eventos, no podría darte un número, he recorrido todo el país ganándome alrededor de 18 premios en festivales. Soy muy feliz haciendo todo lo que hago”.

Un educador insuperable

Comentó con inmenso amor por sus alumnos, que cuando llegó a la Unidad Educativa Bolivariana El Vigía, como profesor de música hace aproximadamente 15 años, todos se portaron a la altura, especialmente los estudiantes y sus compañeros de trabajo.

“Ellos me aceptaron como persona con discapacidad y siempre me dicen que soy un valuarte de esta institución, eso algo que me llena de vida y me hace sentir realizado. De aquí me voy hasta que me jubilen”.

Con profundo cariño, expresó que siente respeto y agradece el apoyo que le ha brindado Alirio Piñango, quien se ha convertido durante todos estos años en más que un compañero de trabajo, en un amigo y hermano. “Juntos hemos formado y mantenido un equipo grande y fuerte aquí en la escuela, tanto así que hemos llevado a muchos niños a presentaciones en cuestiones culturales y de música”.

Por otra parte, añadió que actualmente tienen un propósito la cual lleva como nombre Educanto, que consiste en la educación a través del canto donde cuentan con canciones pedagógicas con autoría de ellos mismos. Una de esas canciones se llama Parranda Bicentenaria.

Esta increíble persona, afirmó que en esta vida ha dado, sembrado, cosechado y se siente feliz de ser el educador que es y de ser el responsable de formar nuevas generaciones. Dando a entender que una discapacidad no es un obstáculo para salir adelante, al contrario es algo grandioso que pocas personas entienden.

“No es posible que una persona que tenga todos sus sentidos se limitan, a diferencia del que tiene discapacidad que traspasa fronteras y uno se siente con ganas de vivir y de seguir adelante”.

Valorando lo nuestro

De igual forma, manifestó que su sueño es ver una educación múltiple, dejar semillas y que esos jóvenes hagan lo mismo que él, enseñar sin límites y sin obstáculos nuestras raíces a nuevas personas para así incrementar los valores culturales que tanto necesita el país.

Tiene una hija de dos años llamada Angelimar Guevara Castro, quien nació sin problemas de discapacidad y que a pesar de que está chiquitica ya comenzó a sentir esa cosquilla por la música, recalcando que se emociona mucho escuchando la música venezolana y hasta intenta bailarla.

Sus pasos por la radio iniciaron hace 18 años aproximadamente. “Mi primer trabajo como locutor fue Desayuno Criollo en la 106.1, luego La Voz de Guaicaipuro en RCC y hoy en día estoy en Época 89.9 con el programa Puro Joropo Tramado”.

“La entrada de la radio fue porque yo me preocupé que en ese medio no presentaban programas que resaltaran la música venezolana y quise ser yo quien impulsaran los valores y la música folklórica de nuestro país”.

Paralelamente, aseveró que entre sus logros se encuentra en una etapa en la que tiene dos canciones que están sonando en la radio que no son de su autoría, pero que la voz es de él.

A su vez, afirmó que entre sus proyectos a futuro tiene en mente una grabación con canciones inéditas, entre ellas dos pertenecen a su amigo Alirio Piñango y las demás se su propia autoría.

Por último, señaló que no es persona de aprovecharse de su discapacidad para dar lástima a las personas. “No deben valerse de eso, deben trabajar para ganarse el dinero como todo el mundo”./no

Fotos: William Sánchez /

**Entre una discapacidad y las ganas de salir adelante no hay límites

ROSANGEL REBOLLEDO

 

 

 

 

 

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