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Rodolfo Rojas: “Enseñar inglés y cantar complementan mi vida”

RODOLFO ROJAS

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Karines Sabino

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Rodolfo Rojas, es un joven venezolano de 27 años de edad, tequeño de pura cepa; sus estudios de primaria transcurrieron en el Colegio Anita Espinal, ubicado en las adyacencias de lo bloques de El Barbecho y el bachillerato lo cursó en el Liceo San José de Los Teques. Rodolfo se dedica desde los 17 años a dar clases de inglés, es amante de la música y de la actividad física.

A pesar de que su madre falleció a causa del cáncer cuando a penas era un chico de 12 años de edad, y se encontraba cursando el primer año de media diversificada, nunca dejó sus estudios ni tomo otros caminos más fáciles.

“Estudié todo el bachillerato sin la presencia de mi mamá, cosa que para todo adolescente es muy duro; fue una experiencia que me traumó bastante, pero que al final me ayudó mucho para forjar mi futuro y lograr ser el hombre que hoy en día soy gracias a todos los valores que ella me inculcó, tuve que aprender a cocinar, y hacer todas las labores que realizan las madres a sus hijos, fue sin duda una experiencia que me ayudó a ser mejor persona y a ser un jovencito mucho más independiente en la vida”.

El bastión que siempre lo incentivó a estudiar fue su madre mientras la tuvo consigo, porque a pesar de que le llamaba la atención, se le hacía un poco difícil el inglés; sin embargo ella sabía que él lo iba a lograr.

“El consejo y el impulso que mi madre me dio para que aprendiera el idioma definitivamente fueron las mejores herramientas para que en la actualidad ya tenga 10 años de experiencia como profesor, que aún me dedique a enseñar a otras personas y que viva de eso; jamás pensé vivir de dar clases de inglés pero gracias a mi madre y a Dios es mi sustento y me produce felicidad poder hacerlo”.

Sus inicios como profesor

Rodolfo, relata que sus inicios dando clases se dieron cuando tan solo contaba con 17 años de edad, puesto que necesitaba cubrir todos los gastos que se producen cuando se es estudiante universitario, como: sacar copias, comprar libros, pagar pasajes, ayudar para el mercado de la casa.

“Una amiga tenía un cubículo en uno de los salones de fiesta de un edificio de la comunidad Simón Bolívar, de Los Teques donde daba tareas dirigidas y me contactó para que comenzara a trabajar con ella, yo acepté, y complementaba esas tareas dirigidas con clases básicas de inglés, y así me fui ayudando para costear mis estudios universitarios, además del trabajo que llevé a cabo luego en varios institutos”.omo lo es sacar copias, comprar irigidad

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Rodolfo resaltó que en un principio dar clases era algo muy banal, y que no significaba mucho para él, pero que cuando comenzó a darse cuenta del desarrollo que iban adquiriendo sus alumnos aprendiendo otro idioma, “me causaba una satisfacción increíble, y ahora no tengo palabras para describir lo que significa dar clases porque además, en mi caso, se han creado lazos de amistad con muchas de las personas que uno tiene la oportunidad de conocer al ser profesor y es algo que le agradezco a mi profesión”.

 

Comentó que una de las carreras que le hubiese gustado estudiar era Comunicación Social, al graduarse de bachiller quería estudiar Periodismo, pero que no tuvo la oportunidad porque no contaba con los recursos económicos, sin embargo tuvo el chance de estudiar en el Pedagógico de Caracas.

Destacó que en sus tiempos libres le gusta cantar y se relaja haciéndolo, “como me gustan tanto los idiomas, estoy estudiando Francés en la actualidad y también me gusta hacer ejercicios, cuando puedo voy al gimnasio y libero energías”.

Talento venezolano en el mundo

De acuerdo a la situación que atraviesa Venezuela en la actualidad, Rodolfo de acuerdo a sus convicciones, conocimientos y experiencias, y gracias a todos los contactos y amistades que logró en sus 10 años de experiencia como profesor, tomó la difícil decisión de traspasar fronteras y abrirse caminos en el exterior.

“Se me dio la oportunidad y me fui del país, hace dos meses, desde ese momento doy clases de inglés a una comunidad latina que vive en Miami y no maneja el idioma; son más que todo argentinos pero hay gente de otras nacionalidades también, es muy enriquecedor poder conocer personas con culturas diferentes y aprender de todo un poco, es un aprendizaje mutuo”.

Manifestó que la parte más difícil de toda su experiencia al irse de su tierra, ha sido separarse de sus afectos, de sus hermanos, sobrinos y amistades; “como todos saben emigrar no es fácil porque dejas atrás tus costumbres y un sinfín de sentimientos, pero por aquí estamos demostrando que la mayoría de los venezolanos somos gente buena y sobre todo muy trabajadora”.

Cuando las palabras fallan, la música habla

La música siempre ha significado para Rodolfo, la fortaleza, de hecho en su muñeca lleva tatuada la palabra porque para él en cualquier circunstancia que le ha tocado atravesar en la vida, siempre encontró en la música ese respaldo y confort necesarios para seguir hacia adelante.

“Como quien dice, cuando tú estás feliz, disfrutas las canciones pero cuando estás triste, entiendes la letra, siempre quise ser cantante y tuve la maravillosa oportunidad de participar en el concurso de talentos musicales, “Latin American Idol” en la tercera temporada y pase los tres primeros filtros pero desafortunadamente no logré escalar un poco más”.

En este sentido, entre risas refirió que cantar es una meta que siempre ha estado incluida en sus sueños y que aprovecha para hacerlo en sus ratos libres; “cada vez que estoy reunido con amigos me piden que amenice las fiestas cantando”.

La música como método de aprendizaje

Rodolfo ha sabido complementar sus dos pasiones a la perfección puesto que incluye la música entre sus métodos de aprendizajes.

“Siempre he tratado de dar mis clases normales e incluir contenidos para mis alumnos a través de canciones, porque encontré de esa forma, hacer las clases súper divertidas y didácticas, cosa que a mis estudiantes les gusta mucho, porque es una manera divertida de aprender, y me ha resultado muy bien”.

Del mismo modo, comentó que ha trabajado con personas de todas las edades, desde los más chiquitines que aún no saben escribir, con jóvenes profesionales que quieren aprender el idioma y complementar sus carreras así también con personas un poco más adultas que tienen el deseo de ampliar sus conocimientos./lb

 

*Rodolfo se encuentra enseñando el idioma a comunidades latinas en el exterior

 

ARIANA PÉREZ.-

 

 

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