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Se apagó la llama del padre Otty Ossa Aristizabal

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27/05/15.- Los tequeños tenían claro que ayer se celebraba el día de su patrono, San Felipe Neri, y los más religiosos se prepararon para asistir a la eucaristía en su nombre y a otras actividades que se habían planificado para el transcurso de la semana.

Sin embargo, aproximadamente a las 6:00 de la mañana, el foco de atención se dirigió hacia un hecho lamentable: el fallecimiento del padre Otty Ossa Aristizabal, quien en vida, entre otro oficios, fuese el canciller de la Diócesis de Los Teques.

Toda la comunidad religiosa, al igual que los devotos, quedó impactada por la noticia, pues el padre fue un hombre muy carismático y jovial, quien con un gran don de gente y personalidad única logró captar la atención de muchos, ganándose el cariño de otros tantos.

Hace un año sufrió una caída, esto le produjo fracturas en cadera y clavícula; a partir de allí tuvo ciertas complicaciones de salud que lo llevaron a guardar descanso en la Casa Hogar María Gil, en el pueblo de Carrizal, donde sufrió un accidente cerebrovascular del que no se recuperó totalmente. Las hermanas lo atendieron durante todo ese proceso hasta que su cuerpo decidió partir el día del patrón de la catedral y a la misma hora que este.

Hablan quienes lo conocieron

En palabras del padre José Gregorio García: “fue un personaje que cedió mucho a su pueblo. Fue párroco fundador de El Paso y Tácata, luego se encargó de dirigir el Santuario de la Virgen de Betania. No hay persona aquí en Los Teques que no lo conozca. Prácticamente vivió en la catedral y de ahí se trasladaba hasta Betania”. Testimonio que da muestras de la gran labor realizada en vida por el canciller. El padre García también aupó a los citadinos a orar por el padre Otty.

“Él era el puente entre la Curia y las personas, cualquier intercambio era su responsabilidad; por eso era tan afectuoso con todos”, confesó el monseñor y obispo de Los Teques, Freddy Fuenmayor, quien describió al sacerdote Otty como un ser muy ocurrente y entregado a su trabajo pastoral. “Fue capellán de Betania y luego rector, al erigirse el espacio como santuario. Otty Ossa tenía una resistencia física muy fuerte”.

Asimismo, subrayó de manera entusiasta: “Fue casi fundador de la Diócesis de Los Teques. En Tácata logró que Cantv pusiera línea telefónica, luchaba por el bien de todos. Nunca tuvo parroquia en Los Teques, pero fue vicario parroquial de la catedral, asesor de movimientos laicos, estuvo a cargo del boletín diocesano y se desempeñó como director del semanario Signo”.

Ángel Rondón, seminarista y trabajador de la Gobernación de Miranda, recordó que “el padre Otty siempre decía ‘un cristiano triste es un triste cristiano’, pues él enfatizaba esa frase cada vez que un feligrés se le acercaba por tener algún problema”. También destacó que era un ser muy humilde, que solía caminar por la plaza Bolívar con su bastón, sin ningún ínfulas y siempre a la disposición de la gente. “Es un ejemplo a seguir para los jóvenes de estos días”.

Un ser polifacético

El sacerdote Otty Ossa fue entrevistado por el diario Avance sobre dos temas totalmente disímiles. La última declaración dada a este medio permite apreciar su gran capacidad de análisis y bagaje cultural. La primera fue publicada en febrero de 2013 y se refería a la renuncia del Papa Benedicto VI.

“No era fácil reemplazar a un Papa tan carismático como lo fue Juan Pablo II, que con su simpatía llegó al corazón del mundo entero. Sin embargo, como el alma de la Iglesia es el Espíritu santo, nos envió como sucesor al extraordinario Benedicto XVI, alemán, teólogo, insigne testimonio de la esperanza, vigilante y defensor del catolicismo”, acotaba el padre Otty.

Del mismo modo, agregó: “Al renunciar fue sincero con Dios, con la Iglesia y consigo mismo. No se aferró al poder, un bello gesto que sirve de ejemplo a muchos dictadores del mundo, que tiranizan y oprimen a los pueblos”.

La segunda fue publicada en julio del mismo año y en ella opinó sobre el Plan Desarme. “La forma en que la Iglesia Católica puede colaborar con el Gobierno para promover la Ley Desarme es tocando el tema en las misas y demás actos religiosos. Estamos dispuestos a enviar el mensaje, pero siempre y cuando las intenciones de los que mandan sean serias y sinceras”.

En esa oportunidad, apuntó que es fundamental inculcar los valores en la familia, el respeto a la vida y el amor a la verdad. “La idea es que nazca una Venezuela donde no existan odios ni rencores, donde podamos convivir”.

“Debemos dejar claro que la Iglesia no va a recibir armas. Por ejemplo, si a mí una persona se me acerca y me dice que va a entregarme una pistola o un revolver porque quiere dejar la violencia, mi deber es servir de mediador o de enlace para que la entrega se haga a través del Gobierno. En pocas palabras, seremos intermediarios, mas no receptores de armas”.

Recordando

Nació el 2 de agosto de 1932, en Manzanares, Caldas, Colombia. Se graduó de sociólogo y economista en la Universidad Nacional de Bogotá. Entró al Seminario de los Padres Sulpicianos de Manizales a los 25 años, donde estudió Filosofía y Teología. En 1967 vino a Venezuela y estuvo con los padres Benedictinos en la Abadía de San José del Ávila durante tres años.

Se ordenó a los 37 en el Seminario Santa Rosa de Lima, en Sabana del Blanco. Escribió al menos 25 libros, uno de estos versaba sobre la juventud y la droga, un texto que le valió un premio de la Editorial Trípode. No era un padre de sacristía, pues siempre se abocó a las comunidades y en el proceso demostró ser muy polifacético.

Hoy, a las 3:00 de la tarde, será velado en la catedral y mañana a las 10:00 de la mañana se celebrarán las exequias, para luego sepultarlo en el Cementerio Jardín de Los Teques.

Por: Paul León / Foto: Jesús Tóvar

 

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