Periodismo de Soluciones

Una generación cargada de optimismo y emprendimiento

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Karines Sabino

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Es difícil creer que existan jóvenes con grandes proyectos, partiendo porque usualmente la mayoría están dedicados a sus estudios, a viajar y conocer, salir de fiesta, entre otras actividades; sin embargo en los rincones de cualquier ciudad se pueden hallar excepciones.

Uno de esos casos atípicos es el de Katherine Salazar, o Katha como la llaman sus amigos, quien con tan solo 23 años de edad apuesta por el emprendimiento, asegurando que cuando deseas hacer algo, solo debes tener la disposición y luchar hasta alcanzar las metas.

Con sencillez y humildad, siempre menciona lo importante que ha sido su familia en la realización de sus proyectos, destacando que aunque a veces consideren que sus planes son una locura, nunca le han dado la espalda.

Aseguró que ellos son su motor impulsor y con todo el trabajo que realiza busca de cierta forma retribuirles a sus padres todo lo que han hecho por ella.

Es la mayor de cuatro hermanos y hace hasta lo imposible por contribuir en la formación académica de cada uno, más allá de buscar algún tipo de agradecimiento, lo ve como un acto de puro amor.

*** Tres años de un negocio próspero

Igualmente contó que su novio, Alejandro Aguilera, ha sido una pieza fundamental en su emprendimiento más reciente, “Salagui” una pizzería donde los comensales pueden degustar deliciosas creaciones con un toque muy original, “ya tenemos tres años con este negocio en el que nos caracterizamos por el sabor de nuestras pizzas hechas a la leña. Aún las preparamos usando como horno un enorme pipote ya que lo consideramos nuestro propio sello”.

Katherine señaló que el nombre del restaurante surgió por la sociedad que mantiene con su pareja, ya que es la combinación entre sus apellidos, Salazar y Aguilera “recuerdo que cuando se me metió entre ceja y ceja este proyecto, le pedí ayuda a mi papá quien me dio 3 mil bolívares, que era lo que tenía a la mano y aproveché para invertirlos. Mi novio ofreció la parte de atrás de su casa para montar el local y desde entonces le hemos ido dando color a la idea. Hoy en día tenemos un gran reconocimiento, no solo en Carrizal (lugar donde están ubicados) sino en los Altos Mirandinos y ciudades foráneas”.

Manifestó que han sido tres años de una gran aventura a la que, según su criterio, aún le faltan matices por agregar. Afirmó que de martes a domingo, desde las 12:00 del mediodía hasta las 9:00 de la noche, está de cabeza en Salagui donde no solo se encarga de gerenciar y labores administrativas sino que también colabora en la cocina, atendiendo mesas, organizando el restaurante y otras cositas que vayan surgiendo sobre la marcha.

Destacó que aunque muchas veces termina cada jornada súper agotada, la mayor satisfacción es la de ver complacidos a sus clientes, que apuestan por regresar al lugar ya sea para presentárselo a otras personas o para probar una nueva alternativa.

Dijo que entre sus creaciones más populares está la pizza de nutella con trozos de frutas que ha funcionado perfectamente para regalos de cumpleaños, día de San Valentín y hasta para propuestas de noviazgo.

Sobre los próximos proyectos de la pizzería, Salazar comentó que mantendrán contentos a sus seguidores a través de las redes sociales (@Salagui en Instagram y Facebook) con diferentes concursos sumado a la interacción, e igualmente informó que dentro de poco ofrecerán servicio de entrega a domicilio, partiendo desde el local ubicado en Carrizal, una curva más adelante del ambulatorio María Isabel de Rodríguez.

 

**** Planificada para rendir el tiempo

Además de ser licenciada en Contaduría Pública, Katha comentó que su pasión por el emprendimiento siempre la ha acompañado, “cuando era niña vendía obleas y otras cositas en las escaleras de mi casa, después cuando estaba en el liceo también hacía pulseras de tela y otros materiales para ofrecerlas a mis compañeros. Nunca me ha dado pena trabajar y pienso que si buscas destacarte en lo que te gusta, sin duda vas a ser el mejor en eso”.

Manifestó que además de llevar las riendas de Salagui, los días lunes los aprovecha al máximo, “allí busco a los proveedores de mercancía, voy al gimnasio, comparto con mi familia, salgo con mis amigos y mi novio. Si te sabes organizar te puede dar chance para todo”.

Comentó que también se encarga de trabajos administrativos y contables en otras empresas, además que es una experta en el manejo de redes sociales, llevando actualmente cinco cuentas en las que destacan dos de la pizzería y el resto son de venta de zapatos y carteras.

***** Apostando por el país

El hecho de emigrar a nuevas tierras con el objetivo de buscar mejores horizontes es una opción que no le atrae a Katherine, pues afirmó que mantiene su fe en Venezuela y en el hecho de que acá se puedan lograr grandes cosas.

“No todo es color de rosas, nosotros también padecemos por la falta de materiales para hacer nuestros menús, sin embargo esto no nos ha hecho tirar la toalla, creemos firmemente en que luchando podemos brindar un granito de arena para el progreso del país” dijo.

Concluyó instando a los jóvenes a destacarse en las áreas de su interés y que transiten por el camino hacia sus metas, sin pisotear a los demás, recordando sus orígenes y solo tomando los aportes positivos que les puedan ofrecer los demás./lb

*** Desde niña, Katherine Salazar apostó por ser la dueña de su propio negocio

HERLIS DOMÍNGUEZ

Fotos: Gustavo Ramírez

 

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