25/06/15 .– A Miguel Cabrera se le conoce como el mejor bateador de su generación. Ha sido nombrado Jugador Más Valioso de la Liga Americana en dos ocasiones y en 2012 le puso fin a una la sequía de 45 años sin una triple corona de bateo en Grandes Ligas.

El venezolano batea .351, el segundo mejor promedio de la Americana, se encuentra en el primer lugar en porcentaje de embasarse (.455), slugging (.590) y carreras remolcadas (52).

Sin embargo, Cabrera también piensa en el futuro. El maracayero Tiene como meta seguir siendo un jugador productivo y poder marcar la diferencia cuando esté llegando a sus 40 años.

“Significaría mucho”, dijo Cabrera, de 32 años. “Este juego es cuestión de consistencia. Hacer las cosas una y otra vez. No darse por vencido. No ser de mente débil. Tratar de ser fuerte. Tienes que trabajar para poder jugar duro. Esa es mi meta”.

Se trata de un objetivo que Cabrera les comunicó a los Tigres el año pasado cuando se concretó una extensión de contrato de 292 millones de dólares. No es casualidad que dicha extensión tiene a Cabrera bajo contrato mínimo hasta los 40 años.

“Se quiere poner en posición de jugar hasta los 40 años”, dijo el presidente, de los Tigres, Dave Dombrowski, durante los entrenamientos. “Si lo consigue, pondrá algunos de los mejores números en la historia del juego. No habla al respecto, pero eso lo motiva”.

De hecho, Cabrera ha tocado el tema con muchos otros jugadores. “Torii (Hunter), Omar (Vizquel), Andrés Galarraga, Jim Thome, Barry Bonds Manny (Ramírez), David Ortiz, muchos jugadores”, dijo Cabrera.

“Les pregunto cómo han tenido éxito después de cumplir 35 años. Y siempre me dicen que hay que empezar desde ahora. Tienes que preparar tu cuerpo y tu mente desde ahora si pretendes tener éxito cuando llegues a esa edad”, agregó.

De retirarse mañana mismo, Cabrera reuniría argumentos para el Salón de la Fama. Hace poco llegó a los 400 jonrones y las 1.400 remolcadas, cifras lejanas a los récords, pero que sólo otros cinco jugadores han alcanzado antes de los 33 años.

A Cabrera le falta mucho para llegar a los números históricos de las mayores y existe la posibilidad de que factores fuera de su control como las lesiones le impidan ser una potencia cuando tenga 40 años de edad.

Pero en 2015, el aragüeño ha despejado cualquier pronóstico de un declive y se ha vuelto a establecer como el bate de lujo de las Grandes Ligas. Y por los números que sigue alcanzado, no parece tener intención alguna de aflojar.