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“Avance fue mi apertura al bonito mundo del fotoperiodismo”

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Periodistas de Avance

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“Cuando comencé en Avance, trabajaba en una lunchería a la que el equipo de periodistas y reporteros acudía con frecuencia a desayunar”. Así comienza la historia de Yoar Durán, uno de los reporteros gráficos más destacados de nuestro medio, que gracias a su perseverancia y espíritu de excelencia logró convertirse en el número uno del lente en la fuente de sucesos.

Recordó haber ingresado como ayudante de fotomecánica, pero por la gran amistad que había entablado con Gustavo Ramírez y Joel Aranguren, encontró la oportunidad para integrarse a la empresa. “Ellos me preguntaron si quería dejar de trabajar en aquel local, yo fascinado por ese mundo de cosas que envuelve el día a día del trabajo de prensa les dije que sí, de inmediato conversaron con el jefe de información y él a su vez con Rómulo Herrera y accedieron a darme un chance en la rotativa”.

Para aquel entonces, explicó Yoar, el trabajo era bastante artesanal. Se refirió a los cuatro años que duró en ese departamento de mucho aprendizaje y grandes esfuerzos, donde, de la mano de José Virgüez, Arquímedes, Oswaldo y Alexander Mercado, pudo tener siempre un buen desempeño, aunado a las ganas de surgir y de hacer las cosas bien en todo momento.

“Paralelo a ello, yo iba aprendiendo con Joel acerca del trabajo de los reporteros, entraba a la rotativa a las 7:00 pm, pero a las seis de la tarde yo me venía para recibir entrenamiento con él y Gustavo sobre las nociones básicas de la fotografía; que no distaba mucho de la labor que ya ejercía”.

Una vez que Daniel López Méndez y Gustavo Ramírez salieron de Avance para integrarse al equipo de La Región, le propusieron que emigrara con ellos, pero como reportero. “Yo estaba agotado del horario nocturno y acepté de inmediato, con base a lo que había aprendido con Joel, sentía que podía asumir el reto ya que de acuerdo a su criterio tenía buen ángulo. Allá cubrí salud, comunidades y sucesos, siendo esta última fuente la catapulta a lo que sería mi verdadera profesión”.

“Luego de cuatro años en aquel periódico, me ofrecen otra oportunidad en Avance, porque ya mi nombre sonaba mucho con las gráficas que llevaban mi sello en la fuente de sucesos, donde me caracterizaba por los tubazos informativos que conseguía. Me envolvió la idea de regresar porque aquí había conformado un gran equipo, casi una familia; llegué con ganas de dar lo mejor de mí y de representar dignamente al medio para el que trabajaba”.

Experiencia inigualable

Al consultarle cuál consideraba que era la clave para que sus fotografías destacaran por encima de las de sus compañeros, refirió que siempre buscaba ponerse en el lugar del lector y que con esa idea les daba, gráficamente hablando, lo que ellos querían ver. La adrenalina era un factor que influía también en los resultados y lo motivaban a desenvolverse mejor, según explicó Durán.

Entre los periodistas con los que mencionó haber aprendido del oficio y con quienes incluso mantuvo una gran amistad figuran Millie Zurita, Carlos D´Hoy, Ronald Peñaranda, Yonny Gil, Oscarlo Lara, Janeth Gutiérrez y Migdalia Díaz. De sus pares, los fotógrafos, nombró a Tito Díaz, Pablo Villarreal, Juan Neri, Joel Aranguren, Gustavo Ramírez y Raúl Romero; también hizo alusión de los jóvenes, a quienes orientó en función de la experiencia que había adquirido, tales como Clarens Díaz, Karinés Sabino y Deisy Peña.

Avance fue la apertura a este bonito mundo del fotoperiodismo, me dio una gran familia, aunque entre reporteros siempre existió una sana competencia, estábamos para ayudarnos; hoy por hoy, aunque no ejerzo el reporterismo gráfico siento un gran compromiso con esa empresa y leo el periódico todos los días. Los mejores momentos de mi vida transcurrieron en ese diario; si tuviera la posibilidad de volver a ejercer lo haría, poniendo como siempre lo mejor de mi”.

Entre las satisfacciones que aseguró haber cosechado, señaló la gratitud de las personas cuando se atendía sus necesidades, a través de las denuncias que ponían. “Ayudarlos con el simple hecho de ser mediador en esos problemas es gratificante”. A juicio de este ícono del reporterismo, la nueva generación adolece de pasión por lo que hace, “necesitan más amor y entrega por su profesión, para que eso se vea reflejado en sus fotos; hoy pareciera que solo lo hacen por cumplir”.

Un verdadero boom

Al hablar de aquellos “tubazos” que lo hicieron tan famoso, no pudo ocultar el impresionante brillo que destellaban sus ojos. “Fueron muchos los casos que cubrimos con éxito, pero recuerdo tres muy puntuales: el primero tiene que ver con una situación de rehenes en el antiguo Banco Caracas que quedaba en La Hoyada; era un robo que resultó frustrado y terminó en el secuestro de clientes y trabajadores de la entidad financiera”.

Prosiguió relatando que, “la foto que capturé de aquel hecho destacó en primera página porque tenía todos los elementos necesarios, enfoqué el momento de la liberación de los secuestrados, secando sus lágrimas a la salida del banco y rodeados de los cuerpos de seguridad que comandaron ese operativo; mientras los demás medios se centraron en los captores yo me fui a la esencia del momento en sí; esa foto habló más que cualquier palabra”.

Yoar, contó de la vez en que con su lente capturó una secuencia fotográfica del suicidio de una abogada, quien estaba atravesando el allanamiento de su vivienda y que tras verse acorralada decidió lanzarse al vacío desde el piso 7 del edificio donde moraba, en San Antonio. “Hice las fotos de ella en el aire desde la planta baja, el cuerpo cayó inerte justo a mi lado, fue una sensación indescriptible”.

Asimismo, hizo mención de la cobertura que le dio a la explosión de un carro bomba en la sede de la Gobernación del Estado, sus fotos fueron a parar en los más grandes medios nacionales con su crédito incluido. “Fui el primero en llegar al suceso, casualmente estaba muy cerca cuando ocurrió, las fotos recientes del momento solo las tuve yo, para Avance; eso reventó al día siguiente a nuestra competencia porque lo que vende un periódico, por lo general, son los buenos sucesos que sean cubiertos con veracidad”./no

 

 

 

 

 

 

 

 

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