Hungría aprobó este martes una controvertida ley susceptible de conducir al cierre de la Universidad de Europa Central (CEU), creada en 1991 en Budapest por el multimillonario estadounidense George Soros, enemigo jurado del primer ministro Viktor Orban.
La nueva legislación, presentada el 28 de marzo en el Parlamento, fue adoptada vía un dispositivo acelerado por 123 votos a favor frente a 38 en contra. Prevé principalmente vetar la licencia a los centros de enseñanza extranjeros que no dispongan de un campus en su país de origen.
Esta disposición apunta particularmente a la CEU, un establecimiento anglófono creado en Hungría poco después de la caída del comunismo para promover “la buena gobernanza, el desarrollo sostenible y la transformación social”.
Orban, que afirmó estar “dispuesto a negociar con Estados Unidos” sobre el futuro de la universidad, acusó a la CEU de “hacer trampas” con la ley húngara.
La universidad, que afirma tener 1.800 alumnos inscritos de 100 países distintos y que se encuentra entre los 50 mejores establecimientos de ciencias políticas del mundo según la clasificación QS World University Rankings, rechazó formalmente estas acusaciones.
Las amenazas que planean sobre el establecimiento suscitaron una amplia movilización. Más de 900 profesores universitarios de todo el mundo, incluyendo 18 premios Nobel, firmaron una petición exigiendo la anulación de la ley.
Washington reafirmó este martes su apoyo a la CEU, asegurando que quiere “continuar defendiendo su independencia y que continúe su trabajo en Hungría sin obstáculos”.
El domingo, unas 10.000 personas se manifestaron en Budapest en apoyo al establecimiento universitario, y más de 5.000 se reunieron de nuevo este martes por la tarde, según un periodista de la AFP.
La ley prevé que las universidades del país que no pertenezcan a la Unión Europea (UE) no puedan otorgar títulos húngaros, salvo si se hace a través de un acuerdo entre gobiernos nacionales.
Nacido en Hungría, Georges Soros se convirtió en uno de los enemigos jurados de Viktor Orban. Como Rusia y varios dirigentes de Europa central y de los Balcanes, el presidente húngaro lo acusa de interferir en asuntos de esos países a través de las organizaciones que financia.
Fuente:Panorama
