La operadora británica de telefonía móvil Three utiliza con suma maestría el surrealismo y el humor en sus campañas publicitarias. Si hace unas semanas nos sorprendía con un spot protagonizado por un híbrido de delfín y perezoso, ahora vuelve a dejarnos con la boca abierta con un delirante anuncio donde quienes roban todos los flashes son varios adictos al “binge-watching” que asisten a un estrambótico taller para dar rienda suelta (aún más) sus adicciones.

El spot de marras, creado por Gravity Road y dirigido por Tom Geens, tiene como escenario una tienda de productos electrónicos que, cuando cierra, imparte talleres secretos especialmente dirigidos a “binge-watchers”.

Al cerrar las puertas de su establecimiento al público, el dueño de la estrafalaria tienda que protagoniza el nuevo spot de Threese metamorfosea en un carismático gurú que enseña a los asistentes del singular taller que imparte a abrazar el streaming, a amar sus dispositivos móviles (sobre todas las cosas) y a olvidarse de las pantallas de los televisores.

Uno de los ejercicios que el gurú propone, por ejemplo, a sus entregados alumnos es aullar y gemir para aumentar así su denominada “streaming consciousness” (todo ello mientras el grupo es contemplado a hurtadillas por un incrédulo limpiador que no puede creer lo que están viendo sus ojos).

Con esta descacharrante spot Three anima a sus clientes a disfrutar de series, películas y música en streaming sin temor a exceder su límite de datos gracias a sus atractivas e interesantes ofertas.

Según datos manejados por Three, el 44% de los jóvenes de entre 16 y 24 años ve a diario más de una hora de contenido en streaming a través de sus dispositivos móviles y el 46% reconoce que incurre en la práctica del “binge-watching” porque no puede esperar al siguiente episodio de su serie favorita.