El cuidado y la protección de los animales se ha convertido en una realidad tangible entre proteccionistas y ciudadanos, siendo una labor que desempeñan aquellos que en su vivir diario dan su pequeño gesto de amor en acciones que buscan ayudar a los seres sin voz que se encuentran en las calles.
Isabel Pita, de 79 años, asumió una tarea que muchos han catalogado como admirable al alimentar cada día a más de 50 palomas en un espacio cercano a la entrada de la ruta 2 de Los Nuevos Teques, “al principio solo alimentaba a los perritos, pero luego ellas empezaron a llegar y desde entonces lo hago todos los días”.
Explicó a Avance que muchas veces las aves se acercan a su ventana y picotean “como saludándome”, vínculo que se ha cultivado desde hace 30 años.
Para los residentes de la zona ha sido un espectáculo el ver la cantidad de palomas acumuladas y revoloteando al sentir cualquier movimiento brusco, “es impresionante lo muchas que son y que se posan en el árbol de la redomita a esperar a la señora”.
Además de proveerles de arroz, maíz y otros alimentos, Isabel coloca en la cocina de su residencia un frasquito con agua y alimento para las palomas que se acercan, “el viernes solté a una que estaba cuidando porque estaba enfermita de una patita y ya se había mejorado”.