Un talud amenaza a tres familias del callejón La Libertad
MARIBEL SÁNCHEZ
“Era pleno mediodía, ni siquiera estaba lloviendo y de pronto sentimos que algo se había caído. Los niños jugaban por detrás de la casa cuando se vino abajo un tierrero, pasamos un gran susto. Es tanta la humedad de ese talud que se deshace de la nada. Hace dos años nos tumbó la mitad del muro que habíamos construido”.
Así lo manifestó a Avance Daniela Nieto, habitante de una de las tres viviendas del callejón La Libertad, en la Macarena Sur, que se han visto golpeadas por un deslizamiento de tierra cada vez más pronunciado ante las precipitaciones que se registran con frecuencia en los Altos Mirandinos.
Sin embargo la caída de tierra no es el único inconveniente que les agobia, dado que también un poste de electricidad está al borde de colapso, tras un deslizamiento que ocurrió hace dos meses; amén que la vialidad colindante con sus viviendas presenta una falla de borde, que podría dejar incomunicados a los residentes del sector.
“El poste que se encuentra a la entrada del callejón, marcado con el serial 51HJ194, está sostenido por dos mástiles más, pero están a un pasito de caerse sobre la vialidad y generar una desgracia, las guayas están guindando bajito. El otro detalle está en que, al desplomarse, no solo nos dejaría sin servicio eléctrico, sino que moverá el terreno ya debilitado por la excesiva humedad causada por las lluvias y provocará que el derrumbe sea mucho más grande sobre nuestras viviendas”.
Alto riesgo
Respecto a la falla de borde, expresó que la carretera que conecta la parte inicial con el resto del callejón se está despedazando a raíz del deslizamiento y de seguir ese ritmo se agrandaría. Lo que queda del muro que una vez levantaron, se encuentra agrietado y al borde del colapso.
“Tenemos un informe de Protección Civil, emitido hace un mes aproximadamente, donde dice que estamos en alto riesgo. En mi casa hay dos niños pequeños, en la de al lado hay cinco más y en la siguiente vive una señora de la tercera edad con dos hijos, pero ya son grandes. En total somos siete niños y nueve adultos”.
Entre las medidas dictadas por PC figuran la canalización de las aguas pluviales, en virtud de que caen en forma directa hacia el terreno que sostiene a las viviendas y se encuentra completamente humedecido; al punto que cada inmueble presenta severos agrietamientos en paredes y pisos, los cuales hablan del movimiento que experimenta el terreno.
Daños colaterales
Nieto, tiene un niño de dos años que es asmático. Las paredes de su casa presentan full filtraciones y humedad. Han solicitado ayuda al consejo comunal, sin lograr nada hasta la fecha. Acudió a la sede social de la Alcaldía de Guaicaipuro para pedir láminas de zinc, pero el operativo está suspendido.
“Sabemos que Fraija está haciendo un buen trabajo, en El Cristo levantó un muro espectacular, por eso nos gustaría que por favor nos ayudara con esta situación que debe ser resuelta entre Corpoelec, Servicios Públicos, Infraestructura y hasta el Ministerio de Ecosocialismo, porque una mata de mango amenaza con caer sobre mi casa y necesitamos un permiso para retirarlo”, subrayó Joel Morales, afectado./rp