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90 familias viven una odisea por cortes eléctricos

siempre se cae

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Franyerlis Blanco

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Ramas enredadas en cableado genera angustia en Villa Francesa

Las lluvias o una simple brisita pueden suponer para las más de 90 familias del edificio Villa Francesa, ubicado en El Vigía, la caída de una de las dos fases que garantizan el suministro eléctrico y limitaciones con el funcionamiento de los ascensores y la bomba de agua, debido a las ramas de un árbol que se han enredado con el cableado.

“La última vez que nos quedamos sin luz fue este martes 13 de agosto, se fue a eso de las 3:00 pm y la restituyeron el miércoles después de casi 28 horas, vinieron y con una vara colocaron lo que se había soltado con el golpe de la rama, no se tardaron ni dos minutos cuando ya teníamos electricidad”, relató un lugareño.

Cuando se cae una de las fases toda la torre se ve afectada de una manera u otra, “desde el piso 9 hasta el 15 contamos con cocinas eléctricas, otros se quedan totalmente sin servicio a excepción de corriente en uno solo de los enchufes. Es lamentable porque se daña la comida, los aparatos e incluso es una odisea por el tema de los ascensores y los portones”.

Otro residente precisó que hay personas que ameritan mantener refrigerados sus medicamentos para que no se dañen y que han optado por congelar botellas de agua para que permanezcan fríos mientras resuelven las averías, “si son 90 apartamentos, en más de 60 residen adultos mayores, también hay niños pequeños”.

Aunque han realizado reiterados reportes a través de la VenApp con la solicitud de la poda, manifiestan que continúan esperando ya que hace más de un año no se realizan este tipo de labores en la estructura por parte de la corporación.

El primer reporte data del 25 de mayo, cuyo numeral es SP – 7059305 y el último lo realizaron durante la falla eléctrica del martes, donde recordaron la falta de poda.

Una fuente vinculada a Corpoelec explicó que una vez hecho el reporte deben esperar que la cuadrilla asista al lugar, ya que se atienden los casos según las prioridades dadas por los equipos técnicos.

Otro dolor de cabeza

La constante circulación de vehículos “que pasan volando”, tanto con dirección hacia Los Cerritos como hacia el centro de Los Teques, ha llevado a los vecinos a plantearse la necesidad de colocar reductores de velocidad debido a la imprudencia de algunos conductores, “parece una autopista, no miden que pueda estar cruzando un abuelito o alguien con un niño”, declaró uno de los informantes.

Otro atenuante en la zona es el progresivo avance de una falla de borde que desde hace diez años se ha hecho notar. “Me imagino que por un deslizamiento se empezó a ir, antes allí había un muro con una cerca y la acera, pero todo se lo fue comiendo la falla de borde”.

Actualmente las grietas y un notable grado de inclinación en el tramo afectado son las consecuencias visibles en el lugar.

Néstor Cavalieri, comisionado de Infraestructura de la Alcaldía informó a Avance que para elaborar un reductor de velocidad se debe solicitar un permiso en la Dirección de Transporte, “una vez aprobado, la misma gente de la comunidad puede hacerlo”.

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