Este jueves 6 de octubre, se cumplen 40 años que fallecieron 73 personas inocentes luego de un ataque terrorista que derribó al aviónDouglas DC-8 de Cubana de Aviación en Barbados, atentado planificado por el cubano con nacionalidad venezolana, Luis Posada Carriles.
El avión, donde viajaban 57 cubanos, entre ellos 16 atletas juveniles de esgrima, cinco funcionarios norcoreanos y 11 estudiantes de Guyana que iban a estudiar medicina en Cuba, sufrió una explosión en las filas de asientos 7 y 11, en un primer ataque.
Pese a ello, el piloto Wilfredo Pérez trató de regresar a la terminal aérea pero no pudo, ya que se registró una segunda explosión en el baño trasero de la cabina de pasajeros que precipitó el avión hacia el mar.
Además de Posada Carriles, ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), este plan contó con el apoyo del también cubano Orlando Bosch Ávila, y de los venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo, personajes que se encargaron de explotar el avión que despegaba del aeropuerto internacional de Seawell de Barbados, rumbo a Jamaica y con destino final a La Habana.