“Venezuela pareciera ser que está en bancarrota, aunque no debería estarlo porque es un país muy rico”, dijo el presidente Martinelli
El gobierno de Nicolás Maduro debe pagarle a Panamá más de mil millones de dólares en deudas, advirtió el mandatario de Panamá, Ricardo Martinelli, quien sospecha que la actual crisis diplomática con Caracas es una excusa para no pagar. “Venezuela pareciera ser que está en bancarrota, aunque no debería estarlo porque es un país muy rico”, dijo Martinelli y añadió que “no hay excusa” para no cumplir con esas deudas.
“No quisiera pensar que esto (la ruptura de relaciones diplomáticas anunciada por Maduro) sea una excusa para no pagar y que el Estado venezolano sea mala paga”, aseguró Martinelli. El presidente afirmó que escucha hablar de deudas por cientos de millones de dólares en la Zona Libre de Colón (en el Caribe panameño) y de 480 millones a COPA.
Aseguró también que no va a contestarle a Maduro, al que catalogó de “inmaduro”, por el “lenguaje soez y vulgar” que usó para atacar a Panamá. “Lo único que desea Panamá es buscar la paz y la armonía para que exista el diálogo entre nuestros hermanos venezolanos”, aseguró Martinelli.
Maduro rompió el pasado miércoles relaciones diplomáticas y comerciales con Panamá, al considerar que su gobierno actúa en la OEA como “lacayo” de Estados Unidos para promover una intervención extranjera que derroque a su gobierno.
La ira del mandatario se desató tras la propuesta panameña de convocar al Consejo Permanente de la OEA con el objetivo de buscar una reunión de cancilleres para estudiar una salida a la crisis de violencia que padece Venezuela por las protestas.
Vallarino insta a Venezuela a respetar la democracia y las libertades
“Ningún Estado puede escudarse en el principio de no intervención para justificar la inobservancia de obligaciones en materia de Derechos Humanos adquiridas en virtud del derecho internacional”, señaló el embajador de Panamá, Arturo Vallarino, en su discurso en la sesión extraordinaria de la OEA realizada el jueves.
La alocución del representante de la nación centroamericana señaló que resulta inaceptable concebir la idea que el mismo orden jurídico internacional ideado para reafirmar los derechos humanos sea utilizado con el principio de no intervención.
Afirmó que ante la grave situación de Venezuela, reportada ampliamente por diferentes medios, Panamá, por iniciativa propia, decidió hacer esfuerzos para lograr un acercamiento entre las partes en conflicto. Argumentó que el objetivo de la existencia de la OEA es un foro político para el diálogo multilateral, la integración y la toma de decisiones en el ámbito americano.
“Se nos ha tachado, irrespetuosamente, como lacayos del imperialismo, derechistas, injerencistas, títeres y otras expresiones más que no nos merecemos. A los que así se han expresado, les recuerdo que en 1964, Panamá rompió relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y ha sido el único país, de los aquí presentes, que lo ha hecho: Lo hicimos por principios, en defensa de nuestra soberanía y de nuestro pueblo” y recordó que fue la OEA el ente que ayudó a recomponer la relación.
“No permitiremos que el uso de nuestro derecho soberano a expresar preocupación por los acontecimientos que ocurren en otros países y que en el marco de los principios de esta organización deben ser de preocupación para todos, sea la génesis de insultos y ataques, que por altura, decencia, cortesía diplomática y la gran dignidad que tiene el pueblo panameño y su gobierno no serán respondidas, rebajándonos a esos pobres niveles de dialéctica. No hay duda de que los insultos son la razón de los que no tienen razón”.