Sigue estos cuatro consejos para que tus tacones te acompañen por mucho más tiempo, ¡aprende a darles el tratamiento que se merecen!
Límpialos oportunamente: al menos una vez a la semana es necesario que pases delicadamente un paño húmedo en la superficie del zapato para que no pierda su color original o brillo. Toma en cuenta el material del tacón, si es gamuza se recomienda usar soda; si son de cuero, lústralos.
Guárdalos en el lugar indicado: amontonar los tacones en una esquina de tu clóset puede dañar la tela o la forma del zapato. Acomódalos en una repisa o zapatera para que tengan su propio espacio. Rellena los zapatos con una media o papel crepé para mantener su forma.
Evita la humedad: para esto es necesario que los zapatos los tengas en un espacio abierto. Si están guardados en alguna caja o lugar cerrado, usa bolsitas de gel de silice. Exponer tus tacones a la humedad puede dañar la tela y dar mal olor.
Hazles mantenimiento: no esperes al último momento para repararlos si tienen algún detalle. Si sientes que el tacón está flojo o la suela se está separando es importante que lo lleves a un zapatero, quizá después no podrán tener uso.
Recuerda que los zapatos son una prenda esencial de nuestro atuendo, por ello deben recibir cuidado constante para que luzcan hermosos y resalten tu estilo personal.
Fuente: Eme de mujer