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El líder de la realeza

Salvador Perez

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La admiración que despierta el receptor criollo Salvador Pérez por sus cualidades dentro y fuera del terreno entre sus compañeros y dirigentes de los Reales lo han convertido en el jugador franquicia de Kansas City 

Hay muchas cosas que describen al receptor de los Reales Salvador Pérez. Es un convocado a Juego de Estrellas, ganador del Guante de Oro y líder del equipo a la edad de 23 años, con una gran sonrisa, un gran corazón y un futuro brillante en las Grandes Ligas. El venezolano tiene una notable presencia en un equipo de los Reales que parece estar al borde de surgir como un verdadero contendiente en la División Central de la Liga Americana.

Con una estatura de 1.90 metros y 109 kilos de peso, camina sobre el terreno listo para utilizar su tremendo brazo, suaves manos, pies rápidos y una mente ágil. Con el madero, cuenta con ese swing a la derecha que lo bendice con poder, producción y promedio.

Aunque todavía le faltan dos meses para cumplir 24 años, su presencia en el clubhouse va mas allá de su profunda voz y su enérgica incursión alrededor de los vestidores mientras intercambia sonrisas y bromea un poco. El valenciano se ha ganado rápidamente el respeto y la amistad de sus compañeros, tanto experimentados como novatos. Así es Salvador, entusiasmado por todo, especialmente por el beisbol. Ned Yost se percató por primera vez de las habilidades de Pérez detrás del plato cuando, mientras trabajaba como cazatalentos antes de convertirse en manager de los Reales, se encontraba en las gradas con su cronómetro en mano.

Los scouts miden el tiempo que le toma a un receptor tirar a la segunda base, desde que la bola entra en su guante hasta que es atrapada por el intermedista, y Yost dijo que el promedio en Grandes Ligas es de 2 segundos y que 1.9 es realmente bueno. ¿Pero qué tal 1.85 o menos?

“Creo que esa fue una falacia. Nunca antes había visto eso en mi carrera, nunca”, reconoció Yost. Hasta que vimos a Pérez, quien acababa de salir de sucursal A. “La primera vez lo que vi a Salvy en un partido, sacó out a un corredor y mi cronómetro marcó 1.83”, recordó.

Razón por la cual la temporada pasada puso fuera a 23 corredores tratando de estafarse una base, la mayor cifra en la Liga Americana. Los corredores ya se han percatado de los relampagueantes tiros del criollo desde el plato a la inicial, logrando nueve outs por esa vía en sus primeros 250 juegos como receptor en las mayores.

Además, su habilidad para bloquear pitcheos le brinda confianza a los lanzadores, aun con un corredor en la antesala, para hacer pitcheos bajos y tratar de incitar al bateador a hacerle swing. Ellos están seguros de que Salvador hará el trabajo. También pueden depender de un plan de juego de Pérez.

El bateo es otro aspecto del juego que Pérez ha hecho notablemente bien. Tuvo promedio de .301 en su temporada 2012 acortada por una lesión en la rodilla, y el año pasado, en 138 encuentros, conectó 13 vuelacercas y 25 dobles con 79 carreras producidas y un promedio de .292.

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