El príncipe Enrique de Inglaterra y la artista estadounidense Rihanna coincidieron el pasado miércoles en Barbados.
El príncipe fue el que se acercó a la artista para presentarse oficialmente. La pregunta que ahora se hace el mundo entero es quién de los dos se puso más nervioso. Puede que el príncipe se quedase de piedra al ver a una de las cantantes más famosas de momento, o puede que a Rihanna le temblara la voz al hablar con uno de los miembros de la realeza más conocidos a nivel mundial. Sea lo que sea, seguro que ambos pensaron que era todo un honor haberse conocido.
Ambos se ofrecieron como voluntarios para realizarse la prueba del VIH, y de esta forma animar a la gente a que se acerque a su centro de salud más cercano, aprovechando que este jueves se celebraba el Día Mundial del Sida.
Esta es la segunda vez que el príncipe se hace la prueba en público en cinco meses, en un intento por reducir el estigma que rodea al virus.
El príncipe le dijo a la cantante que la prueba era bastante dolorosa e hizo una mueca cuando introdujeron la aguja en su dedo.
Segundos después siguieron el mismo procedimiento con Rihanna, tras lo cual la celebrity dijo: “Hiciste que pareciese que dolía y no es para tanto”. Tras 20 minutos de espera, los resultados del príncipe y de la cantante dieron negativo.
Durante la celebración del 50 aniversario de Barbados, el príncipe pronunció unas palabras en nombre de su abuela, la reina Isabel II. “El príncipe Harry y yo les enviamos nuestros mejores deseos al gobierno y al pueblo de Barbados. Nuestros países tienen una historia común, valores compartidos y un profundo afecto”.