El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, recibe este sábado en Oslo el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos de pacificación de su país, sumido en un conflicto armado de más de 50 años que causó 260.000 muertos.
Santos, bogotano de 65 años, primer colombiano y sexto latinoamericano en lograr este galardón otorgado desde 1901, recibirá en la capital noruega una medalla de oro, un diploma y un cheque de 8 millones de coronas suecas (950.000 dólares).
El mandatario colombiano ya anunció que donará esta suma para ayudar a las víctimas del conflicto armado, que durante medio siglo enfrentó a guerrillas, paramilitares y ejército, dejando decenas de miles de desaparecidos y más de seis millones de desplazados.
Para recibir el premio, Santos invitó a acompañarle a Oslo a unas cuarenta personas, muchas de ellas allegados pero también negociadores y una decena de representantes de las víctimas del conflicto.
Entre ellos Ingrid Betancourt y Clara Rojas, ambas secuestradas más de seis por las FARC, anunció este jueves el gobierno colombiano.
“No hay ningún representante de las FARC entre los invitados”, dijo a la AFP el director del instituto Nobel, Olav Njølstad. Tampoco estarán miembros del gobierno del expresidente Álvaro Uribe, que no quiere que los guerrilleros puedan entrar en político y que contribuyó en gran parte al fracaso del referéndum.
Santos recibirá el galardón el sábado en una ceremonia en el ayuntamiento de Oslo. Luego se entrevistará con el exsecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, premio Nobel de la Paz 1973 y con el exconsejero del presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, galardonado en 2002.
El anuncio del prestigioso premio tuvo lugar el 8 de octubre, a pesar del inesperado rechazo, cinco días antes en un plebiscito, al acuerdo inicial suscrito con gran pompa el 26 de septiembre en Cartagena entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
Dentro y fuera de Colombia, el premio fue visto como un espaldarazo al proceso de paz, pese al revés electoral.
“Esperamos que esto aliente todas las buenas iniciativas (…) en el proceso de paz y aporte finalmente la paz a Colombia después de décadas de guerra”, explicó entonces la presidenta del Comité Nobel noruego, Kaci Kullmann Five.
A partir de entonces, la guerrilla y el gobierno decidieron mantener un alto el fuego bilateral y hacer ajustes y cambios al rechazado acuerdo, a partir de cientos de propuestas de los sectores que votaron en contra.
A finales de noviembre, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) y el gobierno colombiano sellaron un nuevo y “mejor acuerdo” que el anterior, según expresión del propio Santos.
– Las FARC, fuera del premio –
El Nobel de la Paz fue únicamente otorgado a Santos, y el comité noruego, conforme a la tradición, no quiso explicar porqué no habían sido premiadas también las FARC, como ha ocurrido con anteriores procesos de paz.
“Un premio a las FARC habría probablemente sido mal percibido por quienes son escépticos sobre el proceso de paz”, opinó entonces el director del Instituto de investigación sobre la paz de Oslo (Prio), Kristian Berg Harpviken.
Santos, implacable en su ofensiva contra las FARC mientras fue ministro de Defensa del presidente Alvaro Uribe –gran opositor hoy al acuerdo con la guerrilla–, optó por la salida política al conflicto desde que asumió la presidencia de Colombia en 2010.
Antes de la ceremonia de entrega del premio este sábado, el presidente colombiano mantendrá una reunión con los reyes de Noruega, Harald y Sonia. El domingo, tras varios encuentros políticos –entre ellos con la primera ministra Erna Solberg–, ofrecerá una rueda de prensa y asistirá a un concierto en su honor del colombiano Juanes y el británico Sting.
El dirigente regalará a los monarcas noruegos una escultura que simboliza la paz, de la artista Ana González Rojas, según explicó la primera dama, María Clemencia Rodríguez de Santos. “Es el símbolo de la paz, hecho con flora y fauna colombiana, de porcelana blanca”, añadió.
Santos y su esposa ofrecerán este mismo obsequio a los reyes de Suecia y al papa Francisco, a quien visitarán en el Vaticano en su gira europea luego de recibir el galardón.
El Nobel de la Paz recompensa, según la voluntad expresada en el testamento de Alfred Nobel (1833-1896), “la personalidad o la comunidad que haya contribuido más o mejor al acercamiento de los pueblos, a la supresión o reducción de las armas y (…) a la propagación de progresos en favor de la paz”.
Este galardón es designado por un comité nombrado por el parlamento noruego y se entrega en Oslo. Los otros premios Nobel son seleccionados por el Instituto académico sueco y se conceden en Estocolmo.