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Tips para unas cejas perfectas

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Las cejas son uno de los elementos más importantes del rostro, ya que dependiendo de la forma que le des pueden ayudar a resaltar tu perfil.

 Si estás pensando cambiar la forma de tus cejas es muy importante identificar tu tipo de rostro, a continuación te mostramos cómo lograrlo.
  • Redondo: Para este tipo de cara las cejas con ángulo son perfectas, ya que ayudan a compensar la redondez del corte del rostro.
  • Cuadrado: Las cejas deben tener un ángulo menos marcado que con el rostro redondo.
  • Alargado: En este tipo de rostro las cejas deben estar casi planas y con una pequeña caída en el extremo, así compensas la forma vertical de la cara.
  • Corazón: Opta por las cejas con ángulos, así contrastan la amplitud de la frente. Sin embargo, no deben ser muy marcadas.

Una vez que tengas claro el diseño de cejas que favorece a tu rostro, deberás establecer tres puntos que te ayudarán a depilarlas o maquillarlas. Te explicamos cómo hacerlo:

 Lo primero que debes determinar es dónde deben empezar, para ello tomarás una pinza y la colocarás desde la aleta de la nariz hasta el lagrimal. Todo el vello que quede sobre el puente de la nariz debe ser eliminado. Es importante que el inicio de la ceja sea recto y vertical, así se verá más natural.

Luego deberás determinar dónde terminará, puedes calcularlo al colocar un lápiz y la pinza en la aleta de la nariz hasta la esquina exterior del ojo. El punto donde quede la punta de la pinza será donde debe terminar tu ceja.

Para determinar el espesor debes apoyar un lápiz en la aleta de la nariz y colocarlo en la ceja hasta coincidiendo con el extremo externo de la pupila. El lugar que te marque deberás eliminar los vellos en la parte inferior desde el punto más bajo de la ceja hasta el más alto.

 Cuando ya tengas determinado los tres puntos de referencia del modelo de tu ceja es momento de recortar y eliminar los vellos. Aquellas que sean largos deben ser cepillados hacia arriba con un cepillo especializado, luego debes cortarlos con una pequeña tijera.

Toma las pinzas y empieza a remover los vellos que sobresalgan, teniendo en cuenta la forma de tu rostro y la forma original. Recuerda que la primera mitad debe ser más gruesa, mientras que la parte final es delgada.

Si al terminar de depilarlas notas pequeños espacios en blanco puedes maquillarlas para conseguir un acabado perfecto. Al hacerlo es importante que utilices un color un par de tonos más claro que el del vello, ya que se camuflan a la perfección.

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