Dios y su ayuda son necesarios para conseguir fármacos contra el cáncer, a causa de los problemas de importación. Algunos pacientes que cuentan con recursos incluso optan por comprarlos en el extranjero.
Así lo explicó Víctor Sánchez, quien manifestó que “mi abuelo tiene cáncer de próstata y estuvo aproximadamente cuatro meses sin poder realizase el tratamiento, ya que las medicinas no se hallaban aquí, y un familiar las envío desde España”.
Sostuvo que esta situación propicia el avance de la enfermedad. “Las quimioterapias se las tuvo que hacer en centros privados, puesto que en los públicos hay que esperar mucho por la cita”. “Nosotros gracias a Dios tenemos cómo costear lo que su patología amerita, pero cómo hacen quienes no tienen el sustento económico; deben esperar mientras el tumor sigue creciendo”./NC/ac