Dejar “ojiplático” al espectador. Ese parece ser el objetivo de la nueva y surrealista campaña que la cadena de comida rápida KFC acaba de lanzar en tierras germanas.
La campaña, que lleva por lema (atinadísimo) “Das glaub ich jetzt nicht” (No me lo creo), está integrado por dos spots de 20 segundos de duración que poco tienen que ver a priori con el pollo frito de KFC, pero que procuran toneladas de diversión al espectador (y que le animan a hincar el diente a los nuevos y baratísimos menús “KFC Value Box” de apenas 1,99 euros).
El primero de los spots está protagonizado por un hombre de muy corta estatura que, totalmente desprovisto de ropa, se dispone a arrojarse al vacío desde una altísima torre para caer sobre un cubo vacío convenientemente sujeto por la muchedumbre.
En el segundo anuncio un abuelo aparentemente achacoso consigue una auténtica proeza: encaramarse con su andador a un trampolín y saltar desde allí para aterrizar después en una silla de ruedas.
Ambos spots, aderezados con elevados dosis de surrealismo y provistos ambos de finales abiertos, llevan la firma de la agenciaOgilvy & Mather Düsseldorf, de la productora Film Deluxe y del director Zoran Bihac.
Más allá de estos dos anuncios, la nueva campaña de KFC en Alemania prevé también acciones en los social media, en los medios exteriores y en el punto de venta.