Los fuertes vientos del Pacífico han hecho rebrotar varios focos de fuego en la ciudad porteña de Valparaíso, en el centro de Chile, que la noche del sábado se vio azotada por un fuerte incendio que hasta el momento ha dejado 11 personas muertas y más de 1.000 casas destruidas por las llamas.
Las autoridades locales informaron que uno de los nuevos focos más peligrosos se presenta en una zona forestal cercana a los vecindarios de La Cruz y Las Cañas. La presidenta Michelle Bachelet, quien se encuentra en la ciudad para supervisar los esfuerzos de ayuda que encargó al ejército, declaró estado de excepción y zona de catástrofe en el área.
“Tal vez es el peor incendio en la historia de Valparaíso”, dijo la mandataria en la mañana en que la ciudad portuaria chilena, Patrimonio de la Humanidad, despertó entre los restos todavía humeantes de un siniestro que obligó a desplazar 10.000 personas, incluidos 200 reclusos.
El viento contribuye a esparcir las llamas
Unos 1.200 bomberos se encuentran en la zona en el operativo de control del fuego, en la que son asistidos por aviones y helicópteros. Desde la tarde de sábado, cuando se presentaron los primeros fuegos, miles de personas han sido evacuadas en Valparaíso, tras el gran incendio forestal que se esparció por varios cerros de la ciudad
Una gran parte de la ciudad permanece sin electricidad. La Intendencia de Valparaíso informó que las clases fueron suspendidas hoy, mientras que el Ministerio de Trabajo indicó que los trabajadores que estén afectados por el incendio tienen justificación para no acudir a sus centros de labores.
Al menos cuatro albergues fueron habilitados por las autoridades para los damnificados. “Por las condiciones climáticas, es una situación bastante compleja. El viento nos ha jugado una mala pasada”, dijo el jefe regional de la Oficina Nacional de Emergencia, Guillermo de la Maza. “El incendio sigue activo. La evacuación es nuestra prioridad junto con el control del incendio”.
“Estamos frente a una ciudad con dos componentes: construcciones regulares, normadas, y asentamientos irregulares que se instalan en las zonas de mayor riesgo, como las quebradas, que tienen riesgo de incendio y además son zonas naturales de evacuación de aguas lluvias”, agregó.
“El asentamiento irregular demuestra falta de planificación y falta de ejercicio de autoridad en el uso del suelo en Valparaíso, a veces por una mala comprensión de la sensibilidad social. Cuando se controla el uso del suelo no es para quitarle el espacio vital a la persona, es para proteger su vida”, puntualizó.