Desde hace más de seis meses e incluso años la insulina desapareció de los estantes de las farmacias, dejando así a los pacientes diabéticos sin la posibilidad de adquirir el medicamento, teniendo que buscar en instituciones públicas donde además el suministro se ha vuelto casi nulo durante los últimos tres meses.
“Tenemos más de dos años sin recibir la insulina” manifestó una de las auxiliares de farmacia. De la misma manera en ninguna droguería del casco central se consiguen las distintas presentaciones del fármaco. De acuerdo con los especialistas una persona insulinodependiente al suspender el tratamiento corre el riesgo de sufrir efectos como cansancio extremo, dolores de cabeza, enfermedades cardiovasculares, picos en el alza de glucosa, daños neurológicos, inclusive la muerte.
Asimismo, otra consecuencia de la desaparición del mismo, es que muchos trabajadores informales revenden la insulina a precios que pueden superar los Bs. 10 millones y Bs. 20 millones, precio que tampoco es accesible. Muchos pacientes manifestaron que buscaban las medicinas en el seguro social, sin embargo, la farmacia de alto costo no posee.