Ni su edad, ni el nexo familiar primaron para que el horror no se impusiera en la corta vida de una niña de dos años y 11 meses. Se impuso de tal manera que le apagó su existencia.
Domingo 18 de noviembre. En horas de la mañana en una barriada de Caracas hallaron el cuerpo quemado de un infante dentro de un contenedor de basura. Se presumía que era el de un varón. Llegaron a decir que tenía 7 años, pero la autopsia reveló que era de sexo femenino y que solo tenía 35 meses, reseñó Panorama.
A la pequeña Klerimar la mataron a golpes. Su frágil cuerpo no resistió a la fuerza de la violencia que le mostró una mujer de 35 años.
Por el dantesco crimen quedaron detenidas su propia madre y otras siete personas. Hay seis adolescentes entre los arrestados.
Ayer, el periodista Román Camacho informaba que por el caso de la niña de 2 años, localizada carbonizada en un contenedor de basura en Gramoven, sector 19 de Abril, detuvieron a Ayut Zailex Cena Barrios (de 31 años y madre de la víctima), a Sarayen Omira Mora Caripe (35 años), Samuel Antonio Guevara (30) y a seis adolescentes (3 de 17 años y 3 de 15 años) por su presunta participación en el crimen.
Según pesquisas realizadas por el Cicpc, “se determinó que Sarayen Mora golpeó a la niña hasta matarla y luego con la ayuda de la mamá de la niña y los otros sospechosos intentaron deshacerse del cadáver en un contenedor de basura e incendiando el mismo”.
Todos los detenidos ya fueron presentados ante el MP. Hace dos días, un patólogo había dicho que al infante (se decía aún que era niño) aún estaba vivo cuando lo quemaron. “Tenía de humo en mucosas y en las vías respiratorias, causada por aspiración nasal”.