La caraqueña avanzó a octavos de final con una victoria en dos sets sobre la eslovaca Schmiedlova

Con la presión de haberse convertido en la sensación de Roland Garros tras eliminar a Serena Williams, la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza saltó a la pista y solventó su pase a octavos de final con una convincente victoria ante la eslovaca Anna Schmiedlova por 6-2 y 6-4. “Siempre tienes que creer que tienes la posibilidad. Entrenas pensando que tu sueño es ganar un Grand Slam, así que en el fondo, aunque sea fuerte de plantear, sí”, respondió la caraqueña cuando le preguntaron si era candidata al título.

En un cancha llena para conocer a la jugadora que había eliminado a la número uno del mundo en una hora, Muguruza continuó con su juego explosivo y venció en hora  media a Schmiedlova, a la que también había ganado en su único enfrentamiento anterior (Australia 2014). “Estoy jugando a un nivel superior que en Australia. Es la suma de experiencias, de jugar partidos importantes. Tuve muy claro cómo jugarle. Era difícil volver tras haber ganado a Serena, pero lo tuve claro desde el principio”, explicó Muguruza.

Cuando todo el mundo esperaba en esta ronda el siempre emotivo enfrentamiento entre las dos hermanas Williams, Muguruza pudo con Serena el miércoles y Schmiedlova hizo lo propia unos minutos antes con Venus. Como un símbolo del relevo generacional en el tenis femenino, la hispano-venezolana de 20 años y 35 de la clasificación de la WTA, y la eslovaca, 56 en la lista mundial, sustituyeron a las míticas hermanas.

Después de haber vuelto a la pista para jugar y ganar su encuentro de dobles con la española Carla Suárez el jueves, la transición entre la gloria del miércoles y el regreso a la normalidad ante una muchacha de su misma categoría fue menos dura de lo esperado. Vista la irregularidad que ha caracterizado su incipiente carrera, con actuaciones brillantes y derrotas inesperadas, el entorno de la jugadora afincada en Barcelona tenía miedo al salto.

No hubo razón para la duda y Muguruza encaminó el partido en la primera manga con un contundente 6-2. Más igualada estuvo la segunda, pero también fue capaz de romper el servicio de la eslovena y ganar por 6-4. A Muguruza no la despistaron los focos y sacó a relucir su potente derecha para lograr 24 tiros ganadores por 11 de su rival, estadística que hizo la diferencia para no desaprovechar su primera bola de partido y sellar una nueva victoria en París.

La hispano-venezolana jugará por un puesto en cuartos de final con la otra sensación del torneo, la francesa Pauline Parmentier, que viene de la calificación por su ranking 145 de la WTA y que ayer derrotó 1-6, 6-1 y 7-5 la alemana Mona Barthel. En la rama masculina, el suizo Roger Federer, quinto cabeza de serie del torneo y ganador en 2009, accedió a los octavos de final al igual que el segundo favorito, el serbio Novak Djokovic.

Federer, que eliminó al ruso Dmitry Tursunov por 7-5, 6-7, 6-2 y 6-4, jugará por una plaza en cuartos de final con el letón Ernests Gulbis, quien venció al checo Radek Stepanek por 6-3, 6-2 y 7-5. Por su parte Novak Djokovic, quien busca su primer título en la arcilla parisina, el único torneo de Grand Slam que no ha ganado, sufrió para derrotar al croata Marin Cilic por 6-3, 6-2, 6-7 (2-7), 6-4.