Luis Vicente León, presidente de Datanálisis
El presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, estuvo como entrevistado en Vladimir a la 1, programa transmitido por Globovisión, donde analizó el contexto nacional político que viene en escalada, en el que asegura que la preocupación real en Venezuela se sitúa en el cambio que se viene gestando en el modelo Guaidó para la nación.
La preocupación real se sitúa en el cambio, un debate sobre de la evaluación negativa del país, así lo hace la última encuesta que indica que el 95% de la población siente que el país está muy mal y la mayoría cerca del 85% necesita un cambio político y económico en el país “sin embargo ese cambio no se traduce en energía cinética, la población no sabe como producir ese cambio (…) la gente perdió su confianza en los procesos electorales, y eso es dramático”.
“El Gobierno no tiene hoy la capacidad de resolver lo problemas del país, incluso si quisiera y hay un cambio en el modelo económico, estaría bloqueado por las sanciones y aislamiento y le sería muy difícil”.
“El gobierno no puede resolver los problemas de la sociedad porque está preso de ideología, su posibilidad queda limitada a la radicalización de sus posiciones”.
El fenómeno Guaidó es muy interesante, porque era tanto ver un líder que pudiera aglutinar el poder popular a las magnitudes a los que lo logró, dijo.
“El año pasado decíamos que había un vacío de liderazgo en la oposición, (…) 80% de los venezolanos a finales de enero no sabían quien era Guaidó, y que militaba en Voluntad Popular, y surge como el outsider que viene de adentro”.
Luis Vicente expone además que el jefe del parlamento “logró acumular en 3 meses el 60% del apoyo popular”.
Asegura además que ningún líder opositor había tenido acumulación de respaldo popular de esa magnitud, primero porque es fresco diferente, sin conexiones con el pasado, era perfecto y genera una esperanza, ese evento articula a la oposición no porque la oposición en que se pusiera de acuerdo, porque incluso en el yema de la juramentación ya habían divisiones, sin embargo Guaidó utilizó la fuerza de su popularidad y “naricea” a la toma de una decisión que al final articuló.