El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, no se arrepiente de su respuesta a las protestas que sacudieron su país en octubre pasado y cree que hizo lo correcto al tratar de eliminar un subsidio «perverso» a los combustibles que, a su juicio, beneficia a los «más pudientes, narcos y traficantes».
En un encuentro con un reducido grupo de medios en Madrid, donde participó en la cumbre del clima (COP25), Moreno dijo que en un «enfrentamiento duro» como el que se vivió en esas protestas, en las que murieron una decena de personas y más de 1.300 resultaron heridas, es «difícil que no haya excesos».
Destacó el portal Unión Radio que «con 5.000 o 10.000 policías en la calle, con 20.000 o 30.000 manifestantes en la calle también, es muy difícil que no haya excesos, pero los estamos investigando», subrayó Moreno, quien añadió que se aplicó «de manera correcta el uso de la fuerza progresiva» durante las casi dos semanas de disturbios, saqueos y bloqueos de carreteras.