Cadáveres apilados en bolsas de basura, pacientes atendidos a la intemperie, falsos positivos y personal sanitario sin el equipo necesario de protección son las primeras muestras de que el frágil y fragmentado sistema sanitario de Perú está al límite para hacer frente a la pandemia del Coronavirus.
Tras una férrea cuarentena y toques de queda nocturnos ininterrumpidos desde el 16 de marzo, la curva de contagios sigue en ascenso sin visos de aplanarse con los “martillazos” que el Gobierno esperaba darle con las distintas medidas de aislamiento social. –
El pico máximo de propagación del virus SARS-CoV-2 se esperaba inicialmente para finales de marzo, un pronóstico que se ha ido cambiando semana tras semana, pues los contagios han seguido a un ritmo superior, y con ello también el número de hospitalizados en cuidados intensivos y de fallecidos, señaló la agencia EFE