Este fin de semana el presidente Nicolás Maduro amenazó al sector empresarial durante el I Congreso de la Central Bolivariana de Trabajadores, donde señala que “empresa que un burgués paralice, la clase obrera debe tomarla”.Al respecto, Nelson Puchi, presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales de Miranda (Capmi), responde que “la posición de Maduro de llamar a la unión de los trabajadores en pro de la productividad nacional, no es malo que así sea viniendo del mandatario. Sin embargo, el Gobierno tiene que buscar las medidas que permitan que realmente el país vuelva a tomar su rumbo de producción”.
“Quizás el Presidente tenga la mejor intención, pero no son las medidas reales a tomar. Lo que se debe buscar realmente, es que las empresas se motiven y pongan lo mejor de sí para la productividad nacional. En este momento, el mayor capital que tienen las empresas es su recurso humano, el cual tiene que estar identificado con la compañía” .
Por su parte, Bernardo Calvo, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Los Salias, precisa que “la guerra económica es propiciada por el Gobierno, quien con sus ideas antieconómicas, está acabando con el aparato productivo nacional de hace muchos años. Esta mencionada guerra no es otra cosa que la consecuencia de políticas equivocadas, entre las cuales existen las expropiaciones y tomas de empresas que desde hace muchísimo exhiben experiencias que han sido negativas. Todas las tomas hechas han fracasado”.
“Lo único que podría combatir la inflación del venezolano es acabar con la corrupción, empresas de maletín y promover seguridad jurídica y económica para el funcionamiento del libre mercado”.
Calvo hace un llamado a los trabajadores para que sean más productivos porque forman un papel importante dentro de la cadena productiva. “Deben evitar los aprovechamientos maliciosos de la nueva Ley de Trabajo, en donde se tiene que combatir la impunidad ante el ausentismo laboral, la baja eficiencia y el aprovechamiento de las leyes en contra de la producción nacional, y no en contra de la empresa. Las consecuencias de esas prácticas la paga todo el pueblo venezolano, y las sufre el que tiene menor capacidad de compra en el país”.
Por: Erika Rojas/Foto: Karinés Sabino