El próximo año se perfila como uno de una catástrofe humanitaria y los países ricos no deben pasar a llevar a los pobres en su “estampida por las vacunas” para combatir la pandemia de coronavirus, dijeron el viernes altos funcionarios de la ONU a la Asamblea General del organismo, compuesta por 193 miembros.
El jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, y el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, hablaron durante una reunión especial sobre el Covid-19, que surgió en China a finales del año pasado y que hasta ahora ha infectado a 65 millones de personas en todo el mundo.
La pandemia, las medidas adoptadas por los países para tratar de detener su propagación y el impacto económico han provocado un aumento del 40% del número de personas que necesitan ayuda humanitaria, dijo Naciones Unidas a principios de esta semana, que hizo un llamado a que se destinen 35.000 millones de dólares a la financiación de la asistencia.
“El 2021 va a ser literalmente catastrófico sobre la base de lo que estamos viendo en este momento”, dijo Beasley, quien añadió que en una docena de países el hambre está “tocando la puerta”.