El dron atacó un vehículo que conducía un trabajador de una ONG
Estados Unidos admitió este viernes haber cometido lo que denominó un «trágico error» al perpetrar en Kabul un ataque con drones en el que murieron 10 civiles, 7 de ellos niños, el 29 de agosto.
Así lo indicó el jefe del Comando Central (Centcom) de Estados Unidos, general Kenneth F. McKenzie, en declaraciones por videoconferencia en una rueda de prensa en el Pentágono.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, explicó por su parte en un comunicado que McKenzie le informó esta mañana que el ataque pretendía dirigirse contra una amenaza inminente para el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul. Pero resultó ser un error y provocó la muerte de civiles.
El dron atacó un vehículo en el que las fuerzas estadounidenses pensaban que había militantes del grupo terrorista Estado Islámico, cuando en realidad lo conducía Zemari Ahmadi, un trabajador de una ONG estadounidense.
«En nombre del Departamento de Defensa, ofrezco mis más profundas condolencias a las familias de quienes fueron asesinados, incluido el señor Ahmadi y al personal de Nutrición y Educación Internacional, compañía del señor Ahmadi», dijo Austin, detalló El Nacional.