Los cuerpos quedaron en el galpón del negocio familiar, en la avenida 47E, entre las calles 174 y 175 del barrio 24 de Julio, municipio San Francisco del estado Zulia.
Desde la calle se veían los cuerpos colgar del techo verde y una silla azul tirada en el piso de cemento, cerca de los pies de Leonardo Antonio Espinoza, de 58 años.
A menos de un metro del hombre también guindaba el cuerpo del pequeño Leo Alexander Rincón Espinoza, de 5 años, nieto del adulto.
La comunidad se paralizó, el rumor del homicidio-suicidio escandalizó y entristeció a toda la barriada. Espinoza era un hombre de negocios, sin problemas financieros. Su nieto era “la adoración de todos en esa casa”, comentaban entre sí los curiosos.
Unos creían que la noticia de llevarse al niño fuera del país provocó la furia del hombre. Otros opinaban que Espinoza se negaba a la ruptura de su matrimonio y amenazó a su esposa con acabar con lo que más quería. Ambas teorías las investiga la policía. Con información de Cactus 24./at