Las filtraciones y la falta de pupitres también afectan al plantel

MARIBEL SÁNCHEZ

 “Veo con preocupación como han puesto de bonitos a varias escuelas y liceos, pero al de nosotros no le han hecho nadita; es muy triste ver en las condiciones que estudian nuestros niños. Falta de pupitres, pizarrones en mal estado, filtraciones, maleza por doquier. Además, tememos que colapse el muro de la entrada, que colinda con un terreno muy humedecido”. 

Así se expresó una preocupada madre de dos alumnas de la Unidad Educativa Estadal Anita Espinal, ubicada en El Barbecho, quien aseguró a Avance que desde la subdirección han hecho múltiples llamados a diferentes organismos para solicitar ayuda para el plantel.

“Algunos padres y representantes intentamos poner siempre nuestro granito de arena para poner sin titubeo bombillos, cortar monte, pintar un poquito. Pero, nos quedamos cortos ante tantas cosas grandes por hacer. El año pasado nos iban a dar materiales para la reparación del muro y unos tuberías, pero la falta de voluntades echó todo por tierra, se necesitaban 200 padres y solo nos apuntamos 30”, señaló.

Gabriela Coba, vecina del sector, dijo “La mala canalización de las aguas de lluvia ha hecho que todo el muro externo del plantel esté cubierto de humedad y moho. Los tubos que las direccionan hacia las cunetas han sido remplazados varias veces y siempre se los roban, por lo que el agua cae en cascada por las paredes y debilita la estructura”.

Otra de las grandes afectadas por las condiciones de la defensa, es Rosa Guerra, quien desde hace cuarenta años tiene un quiosco a las afueras del plantel; cuya permeabilidad mantiene en jaque al pequeño local.

“Cuando llueve fuerte se mojan las chucherías en los anaqueles, porque la filtración es muy fuerte. Incluso, el sistema eléctrico se pudiera ver comprometido porque aquí todo se empapa. Cuando resuelvan eso podré trabajar más tranquila”, enfatizó.

Llamados inútiles

Coromoto Zapata, subdirectora del plantel, expresó que no hay reunión a la que haya asistido en la que no ponga de manifiesto su preocupación ante la gran cantidad de carencias que presenta el colegio.

Durante el mes de julio recibió con mucha emoción a un equipo técnico de Inframir, que realizó una inspección y posterior informe de las condiciones estructurales del inmueble; ante esta inesperada pero grata visita decidió no irse de vacaciones, en espera de que le arreglaran a la que ella llama con mucho amor “su escuela”.

“Pasó julio, agosto, septiembre y empezaron las clases sin que tuviéramos respuesta de las conclusiones de aquella inspección. Estoy muy agradecida con los padres y representantes que siempre nos apoyan para lograr mejoras por autogestión, pero los organismos deben también sumarse enteramente a esta tarea porque es por nuestros niños”.

Este martes, en pleno inicio del año escolar, la docente pasó un enorme susto al ver como pasaba ante sus pies una culebra proveniente del patio posterior.

“Fue muy fuerte, grité desesperada, los niños se asustaron, afortunadamente el portero logró matarla; pero es un peligro muy grave para los estudiantes, eso es por causa de la gran cantidad de monte que nos arropa por todas partes. Pido al alcalde, al gobernador o a mi querida profesora María Belén nos ayuden por favor a sacar”./rp