Comprar un dulce, un café pequeño o una chupeta todos los días, pueden considerarse un “gasto hormiga”, el cual consiste invertir módicas sumas de dinero que a simple vista no parecen irrelevantes, pero que a la largo plazo podría afectar la capacidad de ahorro y el presupuesto mensual.
Diariamente las personas suelen gastar más de lo planificado sin darse cuenta, porque al momento los montos son insignificantes. Sin embargo, al sumar pueden llegar a representar una cifra importante, la cual forma parte del cálculo mensual que generalmente se destina para el mercado y pago de los servicios públicos entre otros.
Sin embargo, esto no quiere decir que no puede disfrutar de un helado, una salida con tus amigos o una tarde de cine, pero si es recurrente podría atentar con los compromisos de pagos pendientes y hasta endeudarse.
En este sentido, es importante reconocer cuáles gastos generan un conflicto entre las finanzas personales o familiares, y que además pueden alejarte de tus metas.
Recomendaciones
Por tal motivo, es importante tener en cuenta los siguientes ejemplos de gastos hormigas: antojos de chucherías, salir a comer, compras online impulsivas, ir muy seguido al cine, juegos de invite y azar, utilizar taxis en trayectos en los que se puede caminar o solicitar comida a domicilio.
Por último, para corregir este desbalance en los consumos, se recomiendan los siguientes tips: hacer una lista con lo necesario, planea tus compras, hacer cálculos de los gastos diario, mensuales y anuales, y evalúa si valen la pena; controla tus gastos por impulso y evitar caer en las promociones de las suscripciones digitales.