Vecinos viven atormentados por las escandalosas celebraciones
Cada vez que cae la tarde los habitantes del sector La Guadalupe y Potrero del Medio, en Carrizal, saben que tendrán aseguradas cuando menos dos o tres noches de desvelo. Las razones recaen sobre grupos de personas a las que les fascina rumbear irrespetando el derecho al descanso que tienen los demás.
Yeniree Sicone, vecina, aseguró a Avance que los bonches comienzan a las 11:00 pm y se extienden hasta las 5:00 am. Cuando funcionarios policiales hacen acto de presencia para dispersarlos lo logran y hasta “le bajan dos” al día siguiente, como para simular que hicieron caso, pero al siguiente fin de semana reinciden.
“Uno sabe que la gente tiene derecho a pasarla bien, pero no se vale el abuso. En La Guadalupe el escándalo sale de una vivienda en la que ponen unas cornetas grandísimas, no dejan dormir a nadie”, señaló.
El otro grupo lo integran unos jóvenes que estacionan sus vehículos, con música a todo volumen, en la curva que se ubica después del puente de La Rosaleda, en las adyacencias de un autolavado de la zona. Humberto Zapata, director de Policarrizal, informó a este medio de comunicación social que establecerá contacto directo con los vecinos para conocer mayores detalles de la situación, así como de los posibles involucrados, para coordinar acciones con los respectivos Cuadrantes de Paz y pararles el trote a los rumberos ruidosos.