Caminar por algunas aceras de Los Teques resulta una tarea maratónica, aún más si tiene una condición física limitante que no permite evitar la falta de una tapa o el concreto levantado.
El diseño armónico de una ciudad debe ser una combinación de espacios bonitos, agradables y con una estructura física incluyente, los cuales permitan el desplazamiento seguro de una persona con una visión 20/20, ciega, en sillas de ruedas o con muletas.
Sin embargo, caminar, por ejemplo, frente a la comandancia de Polimiranda, avenida Bicentenario, se debe tener precaución debido que las raíces de los árboles levantaron el cemento y además hay un hueco. Quien no lo vea puede lesionarse un pie.
Carmen Hernández frecuentemente pasa por el lugar y aseguró que es mejor “torear” los carros, para evitar una caída.
Asimismo, ocurre en las aceras cerca de la estación Alí Primera de Metro Los Teques y calle Ribas, donde se consiguen restos de estructura de metal en el piso, bases y tornillos, que a más de uno ha roto el zapato.