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Rubí, la gata que sanó la profunda herida de una familia

La Descarada Rubí

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Maribel Sánchez

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Proviene de una manada comunitaria en El Barbecho

Los gatos suelen ser compañeros adorables, junto a los perros se han convertido en las mascotas más comunes en los hogares y también en las comunidades, donde con frecuencia se hacen merecedores del cariño de muchas personas.

Tal es el caso de una manada que hace vida en el basurero que está al lado de residencias El Barbecho, en Los Teques, donde una gata suele parir a diestra y siniestra manteniendo a sus cachorros con la caridad de los vecinos, algunos corren con la suerte de ser adoptados, pero otros tantos se quedan allí a la buena de Dios.

Desde ahí fue a parar a la casa de María Díaz y su hijo Andrés una simpática felina a la que bautizaron como “La Descarada Rubí”, a quien encontraron enfrentando a tres perros que la estaban atacando.

“Fue tanta su valentía, porque era muy pequeña y no se amilanó, que nos robó el corazón de inmediato. Pero en ese lugar quedan una gran cantidad de gatos preciosos, de todo tipo. De allí rescatamos también a una negrita espectacular a la que llamamos ‘Tinta’, creemos que es hija de la misma mamá de Rubí por el pelaje grueso que ambas tienen”, contó María a Avance.

No obstante, esta familia les dio abrigo a otros dos cachorros que estaban indefensos y en total desprotección. Se conoció que todavía quedan unos 15 gatos en el lugar que requieren de un hogar, por lo que sugieren se implemente una campaña de adopción y también de esterilización.

La extraña muerte de Blanco

“Un día después de la llegada de Rubí a nuestra casa notamos que Blanco, un gato que tenía muchos años con nosotros, se arrinconó de pronto en lugares atípicos y se enfermó de la nada. Lo llevamos a nuestra veterinaria de confianza, quien nos explicó que él tenía un problema renal y debía hospitalizarlo”, narró María muy consternada.

Justo al salir del consultorio, en vía hacia la clínica, Blanco falleció en los brazos de ella; episodio que calificó como muy doloroso porque en esos momentos no sabía cómo justificaría la pérdida del animal a su hijo, con quien el minino compartía noche y día.

“Rubí llegó para llenar ese vacío que él nos dejó. Tanto así que tiene las mismas actitudes de Blanco. Ella espera todo el día a que mi hijo llegue del liceo, en la puerta de su cuarto. Es muy inteligente y amorosa, nos sentimos muy felices de que haya llegado a nuestras vidas”, aseguró. Rubí lleva el nombre de la protagonista de una novela mexicana que “inmortalizó”  a la bella actriz Barbara Mori. No se parece en nada al personaje del melodrama porque no es malvada, pero sí tiene mucho de ella en lo astuta y que no se deja humillar de nadie.

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