A pesar de los avances tecnológicos en el área, la escuela Artesanal de Serigrafia “Estampados Daniela”, sigue adelante negándose a morir, para demostrar que esta técnica es la madre de toda la publicidad y actualmente está renaciendo.
Con 32 años de experiencia y 137 promociones, Miguel Ángel Cuadros defiende este oficio con su alma y corazón, formando nuevas generaciones que deseen mantener vivo este arte con el privilegio de aprender un oficio lucrativo en la única escuela de este tipo que queda en los Altos Mirandinos.
“La tecnología no se compara en calidad con la serigrafía, ni en brillo y perfección. Trabajamos con una malla y se imprime por medio del estampado y eso no se borra nunca. La serigrafía no tiene límites”, resaltó.
En este momento están abiertas las inscripciones para quienes deseen aprender un oficio que lo pueden llevar a cabo desde su hogar y a bajo costos.
Afirmó Cuadros que en ocasiones ofrece el curso como cortesía a personas con discapacidad que estén dispuestas a echarle pierna.
Tienen una duración de cuatro meses de teoría y práctica, una vez a la semana, que puede ser el martes, jueves o sábado con un máximo de siete alumnos con un horario de 8:45 am a 1:00 pm con desayuno incluido y el material de apoyo”.
“Esta técnica se puede utilizar en cualquier tipo de tela, pancartas, globos, cajas, lapiceros, avisos, vidrio y todo lo relacionado con la publicidad sin necesidad de máquinas”.
La escuela está ubicada en la calle Cecilio Acosta, diagonal a la plaza Guaicaipuro. Lo pueden contactar a través del 0424.161.85.41.
“Me enamoré de Los Teques”
Miguel Ángel Cuadros es un peruano que llegó a Venezuela hace 47, aquí se casó, tuvo siete hijos y lo conquistó el clima de la capital mirandina.
“Yo traje mis conocimientos desde Perú, antes de llegar aquí hice trabajos en Caracas a empresas como El Fortín y Pepeganga”, subrayó.
Cuando su esposa falleció se quedó solo con siete hijos a quienes formó y preparó para la vida.
A pesar de los altibajos que ha tenido que enfrentar, nunca ha dejado de creer en Dios y seguir adelante transmitiendo sus conocimientos a quienes deseen mantener vivo el arte de la serigrafía.