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La historia criminal de “Wilexis”

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Carmen Terán

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Wilexis Alexander Acevedo Monasterios de 39 años de edad, controlaba una megabanda en muchos sectores de la parroquia Petare, municipio Sucre del estado Miranda. Apoyado entre 150 y 200 hombres en sus filas, logro expandirse en gran parte de la región mirandina y Distrito Capital. Wilexis es buscado por las autoridades por cargos de extorsión, secuestro, robo y tráfico de drogas.

Este 22 de enero de 2025, en una operación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fue abatido el hombre más buscado por las autoridades del estado en un enfrentamiento en la vía Petare Santa Lucia.

La carrera criminal del Wilexis comenzó en el año 2003. Con delitos de bajo impacto, fue creciendo en influencia y actividades criminales, hasta que formó una pequeña banda dedicada a cometer secuestros, robos y sicariatos.

Los operativos policiales desplegados en Petare entre 2015 y 2016 desmantelaron a muchos de los grandes grupos que operaban en el sector, y aunque la banda se vio afectada, logró sobrevivir y ganó fuerza. Para 2017, la banda empezó a perfilarse como la más fuerte del barrio José Félix Ribas.

Su vertiginoso ascenso

Desde su ascenso, Wilexis instauró medidas de control social y usurpó funciones del Estado. Para la comunidad se convirtió en el juez y verdugo, resolviendo problemas vecinales. Wilexis impuso políticas locales e incluso se transformó en el organizador de eventos en el sector. A la par, el criminal se convirtió en una suerte de “Robin Hood” por dar regalos a los niños y entregar cajas de alimentos subsidiadas por el gobierno a las familias necesitadas. Además, ha velado por la seguridad de los habitantes, evitando los robos y crímenes menores, y castigando a quienes los cometan.

A pesar de sus actividades delictivas, se ganó el apoyo de algunos sectores de la comunidad. Según el medio InSight Crime, se le atribuía el rol de una especie de «Robin Hood», entregando alimentos subsidiados por el gobierno y organizando eventos públicos. De esta forma, asumió funciones casi estatales, como resolver disputas locales y garantizar la seguridad en el barrio, aunque esto implicara métodos violentos.

En 2019, la tensión entre Wilexis y el gobierno alcanzó su punto más alto luego de que su banda se enfrentara a la policía durante las protestas contra el chavismo, y fue etiquetado como enemigo público. La situación empeoró en 2020, cuando Nicolás Maduro lo acusó de colaborar con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y de fingir enfrentamientos armados para distraer de la fallida «Operación Gedeón».

Actividades criminales

La banda de Wilexis está involucrada en esquemas de secuestro y extorsión, además de controlar el microtráfico en las áreas bajo su control.

La banda extorsiona principalmente a comerciantes formales e informales de la zona, a quienes exige un pago, también conocido como “vacuna”, para que puedan seguir operando. Los montos de la vacuna han ido en ascenso con la inflación del país, y pueden rondar cerca de los US$200. El pago es semanal o mensual, dependiendo del acuerdo al que haya llegado el dueño del negocio con la banda.

Las víctimas de secuestro son captadas en Caracas, o sus alrededores, y retenidas en casas de los miembros del grupo dentro del barrio. Para liberar a una persona secuestrada pueden exigir hasta US$20.000, aunque en la actualidad los secuestros no son tan frecuentes.

El delincuente más buscado

Desde entonces el ministerio de Interior, Justicia y Paz actualizó la lista de los delincuentes más buscados en Venezuela y divulgó el monto en dólares de lo que se pagaría como recompensa por información que llevara a su captura: 150.000 dólares.

Ese mismo año, se enfrentó al grupo de Christian René Tovar Uribe, alias «El Gusano», en una disputa territorial que dejó varias víctimas civiles. Aunque logró imponerse tras la muerte de su rival, este conflicto lo puso nuevamente en la mira de las autoridades.

Durante los últimos años, Wilexis intentó mantener un perfil bajo, pero nunca abandonó sus actividades criminales. Su pandilla continuó expandiendo su control en Caracas, imponiendo el pago de «vacunas» a comerciantes locales y utilizando el secuestro como un método de financiamiento.

Las extorsiones, con tarifas que oscilaban entre los 200 dólares semanales o mensuales, se convirtieron en un flagelo para la economía local. Mientras tanto, los secuestros, aunque menos frecuentes, seguían generando temor entre los habitantes de la capital y zonas aledañas.

Desde 2021 y 2022 los cuerpos de seguridad del Estado realizaron diversos operativos en Petare, para dar con su paradero. Sin embargo, no fue sino hasta la mañana de este miércoles cuando lograron ubicarlo y el propio ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, confirmó su muerte. «Hoy en una operación a las 7:30 de la mañana en la carretera Petare-Santa Lucía en un enfrentamiento con una comisión de inteligencia de nuestras fuerzas policiales cayó abatido el delincuente Wilexis Alexander Acevedo Monasterios», dijo.

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