Al generarse las colas comerciantes aledaños prefieren cerrar
Un comerciante de la capital mirandina, Rafael Rojas, manifestó que “cuando se forman las colas, no podemos hablar con los ciudadanos para indicarles que les están cerrando el paso a los clientes, pues inmediatamente se alteran, y forman un lío, por ello prefiero cerrar y así me evito problemas”
Advirtió que “hemos tenido mucha pérdida. A veces, pasamos un día entero sin vender, si acaso se llevan un solo par de zapatos, pero nada más. Los clientes tienen miedo de entrar al negocio cuando se forma ese tumulto; eso nos genera miedo, no solo a los comerciantes, sino para quienes transitan por la zona, porque no se sabe en qué momento puede ocurrir algo y cuál será el comportamiento de los demás”.
“Sí se ve gente desagradable y con mal aspecto. Con ellos no se puede hablar porque responden mal. Si no cerramos la tienda, las personas en las colas entran al negocio, tratan de sentarse en las sillas que tenemos para los compradores y se apropian del espacio. Ante eso no se puede hacer nada. Otros entran para hablar por teléfono, esta situación se puso más crítica en enero y febrero”.
Informó que en la semana cierra de una a dos veces la tienda, y que eso será así siempre que lleguen productos regulados. “El jueves cerré porque la cola estuvo insoportable. Tratamos de hablar con quienes venden artículos, para buscar soluciones, pero ha sido imposible. Los efectivos de la Guardia Nacional sí cuidan; sin embargo, no se quedan hasta que se vende toda la mercancía. De seguir así la cosa, tendremos que cerrar porque son más las pérdidas que las ganancias”./Erika Rojas/ecg/Foto Daniel Linares