El Papa Francisco que sigue convaleciente por sus problemas de salud, se presentó sin que estuviera previsto en su silla de rueda ante cientos de fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al término de la misa del Domingo de Ramos, la celebración que marca el inicio de la Semana Santa. “Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, expresó el papa para saludar a los presentes.

Según Vatican News, el sumo pontífice no pudo presidir la tradicional misa, sin embargo, su sermón fue leído por el cardenal Sandri, quien pronunció en nombre de Francisco las palabras “tender la mano al que ya no puede más”, haciendo referencia a Simón Cirene, quien ayudó a Jesús a cargar su santa cruz.

En el escrito se mencionó que “la pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más, cuando levantamos al que está caído, cuando abrazamos al que está desconsolado”.

La invitación del papa Francisco a sus fieles exhortaba a llevar la cruz no al cuello, sino en el corazón, y no solo la nuestra, sino también la de quien sufre a nuestro lado. También indicó a los cientos de oyentes que deben prepararse “haciéndose cireneos los unos para los otros”.