Una condena de 30 años de prisión recibió Antonio Viloria (46), tras ser hallado culpable de ejercer violencia sexual contra su propia hija, una adolescente de 14 años, caso que se descubrió el 26 de abril de 2024 en el municipio Ospino, Portuguesa.
Aquel día la víctima le contó a su abuela materna que el hombre le tocaba sus partes íntimas, le quitaba la ropa bajo amenazas para abusarla sexualmente y le daba pastillas anticonceptivas para que no quedara embarazada, cuando se quedaba sola en su residencia, informó el Ministerio Público.
Funcionarios de la policía de esa entidad lo capturaron.
En el juicio, representantes de la Fiscalía 7a ratificaron la acusación contra el individuo por el delito de violencia sexual agravada y continuada, previsto en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. El Tribunal 3º de Juicio de Acarigua acordó la sentencia que deberá cumplir en la Comunidad Penitenciaria Fénix, en Barquisimeto, estado Lara.