Israel ha incrementado sus bombardeos en la Franja de Gaza, destruyendo edificios, hospitales, escuelas y refugios, forzando el desplazamiento de palestinos.
Philippe Lazzarini, comisionado de la ONU para Refugiados de Palestina, informó el domingo que, en cuatro días, Israel atacó diez instalaciones de la ONU en la ciudad de Gaza, incluyendo siete escuelas y dos clínicas que albergaban a desplazados.
Lazzarini destacó que nadie está seguro en Gaza y su norte, donde los ataques aéreos han intensificado el éxodo hacia destinos inciertos.
También señaló que la atención médica en el campo de al-Shati, único servicio al norte de Wadi Gaza, fue suspendida, y los servicios de agua y saneamiento operan a media capacidad. Ante la crisis humanitaria, Lazzarini exigió un alto el fuego inmediato.
Organizaciones de derechos humanos en Gaza alertaron que la ofensiva busca desplazar a los residentes al sur, como parte de un supuesto plan israelí-estadounidense para expulsarlos del territorio palestino.