El hampa tiene acorralado a los conductores de la línea Pan de Azúcar-El Nacional quienes amenazan con paralizar el servicio hasta que los cuerpos policiales garanticen su seguridad.
Sostienen que semanalmente hay un promedio de cuatro atracos dentro de las unidades. Sujetos que pertenecen a una banda suben a los vehículos simulando ser usuarios y cuando van a la mitad del recorrido sacan armas y dejan limpios a todo el mundo. El lunes hubo una reunión con los consejos comunales quienes se comprometieron a gestionar ante Poliguaicaipuro y Polimiranda patrullajes constantes. Otros que se quejan son los de la línea de Guaremal que también son víctimas de robos. El año pasado realizaron al menos tres protestas para exigir seguridad, “toman medidas los primeros días y después se olvidan de nosotros”, dijo uno de los transportistas. Por su parte los usuarios se quejan por la falta de autobuses, “apenas hay cinco vehículos para atender a un sector de casi 5 mil habitantes. Por la delincuencia muchos choferes se fueron de aquí y ahora trabajan para líneas de Carrizal y San Antonio de los Altos”./RP/Foto: Andreína Alemán