El yihadista más buscado tras su supuesta participación en los atentados de París, Salah Abdeslam, ha sido detenido este viernes en Bruselas en una redada de la Policía en el distrito de Molenbeek, según han confirmado el Gobierno belga y la Fiscalía.
“Lo tenemos”, ha resumido en Twitter el secretario de Estado belga de Inmigración, Theo Francken. Según la Fiscalía belga, Abdeslam habría conseguido escapar en el último momento de la redada que la Policía efectuó el martes pasado a un apartamento del barrio de Forest (Bruselas), donde los agentes encontraron restos de su ADN.
Las pistas han llevado a las fuerzas de seguridad este viernes al barrio de Molenbeek, objetivo de numerosas operaciones desde los atentados. Una fuente policial citada por la cadena pública RTBF ha confirmado que mantenían vigilada desde hace dos días una vivienda de la calle Quatre Vents. La operación, en la que según testigos se realizaron disparos, ha concluido con el arresto de Abdeslam, que también habría resultado herido en la pierna.
Los medios locales han apuntado también que una persona se ha atrincherado en el interior de una habitación y han informado de otro posible detenido al margen de Abdeslam. Según Le Soir, este segundo sospechoso es Soufyane Kayal, relacionado con el hombre abatido el jueves en el barrio bruselense de Forest.
El primer ministro belga, Charles Michel, y el presidente de Francia, François Hollande, han abandonado de forma precipitada el Consejo Europeo para seguir juntos la evolución de las operaciones. Ambos tienen previsto ofrecer una declaración pública a las 19.00 horas.
La redada se ha producido después de que la policía científica belga encontrara las huellas dactilares de Abdeslam en la vivienda registrada el martes en el distrito bruselense de Forest, en la que un supuesto yihadista fue abatido y cuatro policías resultaron heridos leves.
Abdeslam, nacido en Bruselas y de 26 años de edad, fue quien alquiló el Volkswagen Polo empleado por una de las células terroristas que atacaron la sala de conciertos Bataclan, donde fueron asesinadas 89 de las 130 personas fallecidas en la matanza del 13 de noviembre.