Sochi recibe a de 3.000 atletas de 87 países en los Juegos más costosos de la historiaLas Olimpiadas de Invierno Sochi 2014, que comienzan hoy oficialmente, echan a andar con el aspecto deportivo en un segundo plano mientras se habla de las extremas medidas de seguridad y de las protestas en el mundo por las leyes anti-gay rusas.
Serán los Juegos más caros de la historia, con gastos de 50.000 millones de dólares en infraestructuras, que superan a su predecesor canadiense, Vancouver 2010, que costaron 8.300 millones, y a los de verano más costosos, Beijing 2008, de 42.000 millones.
Los 3.000 deportistas de 87 países participantes y los turistas estarán bajo extremas medidas de seguridad en una ciudad de 350.000 personas tomada por 37.000 policías, y en la que se vigilaran todas las llamadas y conexiones a internet por la agencia de seguridad rusa.
La celebración de los Juegos en Sochi, una estación balneario a 1.400 kilómetros al sur de Moscú, era una obsesión para el presidente ruso, Vladimir Putin, que ha conseguido que en el mismo lugar se dispute un gran premio de Fórmula 1 en septiembre.
El acontecimiento cuenta con un gran componente político. Algunos presidentes occidentales ya lo han desairado, con el estadounidense, Barack Obama, a la cabeza, por las violaciones a derechos humanos. Tanto él como sus homólogos de Francia y Alemania han anunciado que no asistirán a la ceremonia de inauguración del viernes, a la que sí han confirmado su presencia los 44 jefes de Estado y de Gobierno, como el chino Xi Jinping.
Otro aspecto conflictivo ha sido el trato que se dispensa en el país a los homosexuales. La aprobación de una ley en la que se prohíbe la “propaganda” homosexual ante los menores, con riesgo de prisión, ha provocado una controversia mundial, con múltiples llamadas al boicot de Sochi 2014.
Putin y Rusia han conseguido mantener en secreto el nombre de la personalidad que encenderá el pebetero en el estadio Fisht de Sochi. En un severo clima de seguridad parecen difíciles las filtraciones.