Madres tequeñas se arman de coraje y hacen colas por más de siete horas con sus muchachos encima para poder llevar algo a sus hogares.
Luz Gómez, quien tenía una pequeña en brazos, expresó que “estamos en la calle desde las 12:00 de la medianoche con los bebés, pasamos hambre, sueño y frío, pero tenemos que arriesgarnos porque es mentira que nos van a dar prioridad”.
Dijo que en el San Diego las están mandado a hacer sus filas como todos los demás. “Eso no se puede porque cuando se arman las trifulcas maltratan a los niños, me calo hasta más de seis horas parada”.
Sostuvo que pasan todo el día solo con agua, y su niña se salva porque todavía la amamanta. “Me canso, pero no tengo con quién dejarla, tampoco consigo pañales ni leche; si por lo menos llegara, podría dejarla con alguien”. Detalló que cuando está muy cansada se sienta en la acera o se lleva un banquito.
A su vez, Jenifer González relató que “duro horas esperando, me traigo a mi bebé y camino de un lado a otro para no cansarme tanto, a veces me dan prioridad en la cola de los abuelitos, pero de ahí sí que no me puedo mover, tengo que lidiar con mi chamo hasta más no poder”.
Por su parte, Ángela Mercado señaló que se lleva a su nieto para las colas. “Nos traemos el desayuno y para que el niño no se canse nos venimos preparados con una sillita y un paraguas, he estado hasta siete horas y cuando corro con suerte compro lo que estén vendiendo”./Emelin Torres/ac/Foto: Daniel Linares/