En Las Tejerías aún se respira desesperanza
MARIBEL SÁNCHEZ
Fue el sábado 8 de octubre de 2022 cuando los habitantes del casco central de Las Tejerías vivieron uno de los peores capítulos de sus vidas. El desbordamiento de la quebrada Los Patos, producto de las lluvias originadas por el Huracán Julia, afectaron a los residentes de Santos Michelena, dejando como saldo oficial 54 personas fallecidas y otras tantas aún desaparecidas.
Un equipo de Avance, conformado por: Karinés Sabino (periodista), Yuliettsha Molina (reportera gráfica), Juan Martínez (área de transporte) y esta redactora, se trasladó hasta el epicentro de la afectación, donde en medio de ruinas se respira un ambiente de desesperanza y al mismo tiempo de trabajo duro.
Los lugareños hacen lo propio para sobrevivir. Quienes tenían “un puestico” en el mercado municipal están hoy día a la intemperie, pero luchando por el pan de cada día.
Algunos de los que perdieron sus casas en el barrio Castor Nieves Ríos fueron reubicados en Maracay, mientras que otros están a la espera de lo que sucederá con sus destinos. Varios de estos protagonistas narraron lo que vivieron hace un año y el trauma que les dejó “el día que del cielo cayó una cascada”.
La triste historia de Don Manuel
De los casos más resaltantes, entre las decenas de historias que guarda esta población aragüeña, está el del señor Manuel Da Silva, un noble y trabajador abuelo de 82 años de edad quien perdió todo y más aquel fatídico día.
“No solo perdí mi negocio, también a mi esposa. Lo material se recupera, pero mi compañera de vida se fue ante mis ojos a pesar de todos los esfuerzos que hicimos”, expresó entre sentidas lágrimas.
Él, es dueño del Hotel Bar Restaurante Los Palmares, que por 60 años recibió a visitantes de toda clase, quienes consideraban el lugar como una parada obligatoria ante la calidad de servicio que siempre ofrecían Inés y Manuel.
Hoy, solo quedan vestigios de aquel próspero negocio, que fue invadido por agua y lodo, cuyos rastros aún son visibles. Daniel, negado a irse de Venezuela a casa de su hijo en Portugal, vive ahora en casa de un empleado que por 33 años trabajó con él.
“Mi hijo me ayuda desde afuera para cubrir mis necesidades, para levantar este negocio se necesita cuando menos 450 mil dólares, en plena desgracia resulté saqueado por algunos vecinos. No me voy de esta tierra, la naturaleza me arrebató todo, pero aquí me quedo y aquí moriré yo también”.
“Sentimos que la tierra tembló”
Caminar por el terreno donde estuvieron las casas que el agua se llevó, resultó una experiencia difícil ante la cantidad de cabillas que hablaban de las viviendas que alguna vez estuvieron en el lugar; amén de muros derribados y pisos de cerámica que rinden cuenta de lo bien estructuradas que estaban.
Richard Castillo, dijo visiblemente afectado: “Lo que más recuerdo es la desesperación de la gente ante la furia del agua, que por cierto se llevó a mi ahijada de un año y la hallamos sin vida unos días después junto a su prima de seis años. Ahora cada vez que llueve pensamos es en la quebrada, zozobra pura, porque siempre crece”.
Luz Romero, quien tiene su casa justo al lado de la quebrada aseveró que en la calle Victoria había más de 50 casas. “Extrañamos a nuestros vecinos, siempre recordamos entre lágrimas la forma tan dura que los perdimos. Ese día fue una verdadera pesadilla, no había luz y los fuertes sonidos de los truenos, centellas y relámpagos nos hizo sentir que la tierra tembló. Tras todo ese horror padezco de laberintitis”.
Destino incierto
Mireya Jiménez, destacó que en el mercado municipal había unos 189 negocios, todos arrastrados por la corriente. El de ella, donde vendió ropa por 18 años, también se perdió; por lo que ahora tiene un tarantín en Los Palmares.
“No sabemos qué va a pasar con nosotros, hasta créditos nos ofrecieron, pero no se lograron. Esperamos que levanten un nuevo mercado y nos devuelvan nuestros puestos, vivimos un trauma muy fuerte”, apuntó.
Los datos:
Fecha del suceso: 8 octubre 2022
Hora: 6:00 p.m.
Área afectada: Municipio Santos Michelena
Daños: 765 viviendas destruidas en 21 sectores de la zona
Víctimas: 54 muertos, 100 heridos y un número indeterminado de desaparecidos
El presidente de la República decretó catástrofe natural y tres días de duelo nacional.