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Absalón de Los Ríos combate la polarización con sonrisas

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TVes en la mañana” cumplió dos meses en la pequeña pantalla

Modelo, actor y animador, el geminiano Absalón De los Ríos fue seleccionado por los productores para ser una de las figuras masculinas del novel magazine “TVes en la mañana”. Al lado de Roberto Messuti, Marlene De Andrade, Layla Súccar y Susej Vera lleva las riendas del espacio diario que ofrece distintas secciones con el ánimo de entretener y formar. Al mismo tiempo, su rostro aparece en comerciales, catálogos o avisos, dándole continuidad a su faceta como maniquí.

Hace dos meses (el lunes 18 de agosto exactamente), comenzó la aventura que, como si hubiese sido concebida por Julio Verne, no estuvo ajena a las tempestades que, día a día, se desatan en un país donde las pasiones extremas bambolean cualquier iniciativa. Sin embargo, honrando el significado de su nombre (en hebreo: el padre es paz), evita caer en la tentación de responder al insulto fácil o a la descalificación ligera, contrarrestándolos con trabajo y sonrisas.

-De verdad, “TVes en la mañana” ha sido una sorpresa, ha sido lo que esperaba que fuera. Sabía que era un gran proyecto y confié primero en Dios y después en el equipo de trabajo. Ahorita es uno de los programas más vistos y nos han honrado con cuatro premios como programa revelación y, en mi caso, como animador del año. Estoy agradecidísimo, porque es un reconocimiento al empeño, al trabajo y a la trayectoria.

-¿Cómo han transcurrido estos dos primeros meses?

-Llenos de alegría, trabajo, esfuerzo y de compartir con la familia venezolana, con el equipo de producción y con los talentos.

-Este regreso a la animación después de “Un momento diferente”, ¿ha sido lo que esperabas?

-Sí, definitivamente, mi pasión es la animación. Aunque me he preparado mucho en la actuación, con “Un momento diferente” le agarré un gusto particular a la animación que actualmente puedo satisfacer, aunque este programa cuenta con elementos distintos, es una producción más grande, un proyecto más ambicioso, le agradezco a Canal i la oportunidad que me dio. También ha sido un reencuentro con muchos de los talentos con quienes compartí antes y a quienes he vuelto a ver. Junto a mis compañeros estamos poniéndole corazón, cuerpo y alma para que todo salga lo mejor posible.

-¿Cuáles son los atributos del programa y qué corregirías?

-Me encanta todo. Desde la escenografía hasta el ritmo que tiene. A veces es lento y después acelera. Esa velocidad me fascina, porque me pone la adrenalina a millón. Somos un espacio abierto a los talentos reconocidos y a los no tan conocidos que tienen la oportunidad de exponerse ante el público y que, generalmente, no reciben el apoyo que nosotros les damos. Yo que estoy dentro del programa siento que es una buena vitrina.

-¿Y qué corregirías?

-Estamos aprendiendo y, lo más importante, es que hay interés en corregir los errores. Un programa en vivo es muy complicado y, además, es la primera vez que se hace un programa de este tipo en TVes, por lo que el aprendizaje es continuo para todos dentro del canal.

-¿Es fácil el trabajo cuando debes compartir con cuatro animadores más?

-Creo que el tema de tantos animadores es una decisión de los ejecutivos del canal y de los productores, en la que no me meto. Pero uno ha conseguido compañeros y amigos. No es sencillo compartir más de seis horas todos los días, porque uno llega temprano al canal y pasa mucho tiempo allá. Somos seres humanos que tenemos mejores y peores días. Uno llora, ríe, se molesta, se entristece… es como estar en la casa y tener muchos hermanos, se trata de convivencia. A veces hay discusiones, pero hemos formado un buen equipo y bienvenidos quienes lleguen en el futuro. Estamos unidos por el deseo de hacer un programa digno que esté a tono con lo que necesitan los venezolanos: una televisión de calidad.

-¿Qué ha sido lo más difícil de estos dos meses?

-Pararme a las cuatro de la mañana, eso es lo más difícil y las dos horas y media de cola que soporto todas las mañanas para llegar al canal, algo que constituye un tema de conversación diario. Pero, cuando llego, me pongo feliz y se me olvida todo.

Sumar y no restar

-¿Cómo haces para mantenerte a salvo de la polarización?

-Con respeto. Yo tengo una ideología política y estoy convencido de que tenemos que incluir, sumar, porque los problemas nos atañen a todos. Pero hay personas cerradas de mente que no quieren entender que con posiciones extremas y discriminación no vamos a lograr nada bueno. Ahora, mientras no atenten contra mí, mientras haya respeto… Porque uno es hombre y no va a permitir que lo humillen, que lo vejen… Quienes me conocen saben que soy muy cercano a la gente, que trato bien al invitado y al técnico, que no ando con poses. Me mantengo a salvo, siendo gente y profesional, porque quiero que entiendan que hago un trabajo para todos, no para un sector de la población. Respeto la posición política de cada quien, aunque algunos la usan como una barajita. Siempre digo que la culpa no es del sistema, que no existe una mala religión, sino un mal devoto. Y eso aplica para todos los ámbitos de la vida.

-¿Has vivido alguna situación desagradable?

-Sí, por la falta de tolerancia. Sobre todo, en los últimos tiempos, cuando voy a lugares públicos. Llego y la gente comienza a cuchichear, a hablar. Notas una reacción que no resulta grata. Tengo tanto derecho como cualquiera a ir a un restaurante de Las Mercedes y pedir un plato de pasta si es lo que me provoca comer. Y no hay motivos para que me señalen, estoy haciendo un trabajo con el mayor respeto y el mayor compromiso del mundo. Pero hay miradas muy fuertes que te transmiten un odio que es de ellos, no mío, porque no lo siento. Yo voy con la mejor de mis sonrisas a todas partes.

Un descanso

Después de iniciar su carrera en el medio artístico como modelo, Absalón de Los Ríos estudió técnicas actorales, además de voz y dicción, en la Academia de Radio, Cine y Televisión de RCTV. También, ha complementado su formación con diferentes talleres dictados por Levy Rossel y Elia Schneider. El Universo del Espectáculo y la Escuela Luz Columba igualmente lo han recibido en sus aulas. Con las herramientas adquiridas, ha integrado los elencos de las producciones dramáticas “Caramelo y chocolate”, “La trepadora”, “Calle luna calle sol” y “Válgame Dios” (sin contar los cortometrajes “Maestra vida” y “Holocausto de amor”), amén de grabar radionovelas y participar tanto en lecturas dramatizadas como en montajes teatrales.

-¿Tienes la actuación estacionada?

-Totalmente. La tengo en stand by, porque estoy concentrado en la animación, incluso trabajando en eventos privados. Y en colaborar con causas como SenosAyuda. Ayer (viernes) estuve en el Boleíta Center apoyando una actividad convocada por Bolivia de Bocaranda, como vengo haciéndolo desde hace varios años, para apoyar a personas que padecen la enfermedad y a sus familiares, en el Día Mundial del Cáncer de Mama que se celebra hoy./Orlando Súarez

 

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